Los Reyes Felipe y Letizia han iniciado este miércoles su visita de Estado a Marruecos, un viaje que durará menos de 30 de horas pero que, tras largos preparativos y sucesivos aplazamientos, pone de relieve la sintonía y la estrechísima cooperación entre los dos Gobiernos.

Su anfitrión, Mohamed VI, se ha volcado en atenciones y, al igual que en viajes anteriores -los Reyes visitaron Marruecos en su gira de presentación en 2014-- ha acudido personalmente al aeropuerto a recibirlos. Lo ha hecho acompañado de sus cuatro hermanos y sus dos hijos: el príncipe Mulay Hassan, de 15 años, que está teniendo un papel creciente en la representación internacional del país, y la princesa Lala Khadija, de 11.

Los dos jefes de Estado se han saludado con un apretón de manos y dos besos al pie de la escalerilla del avión y luego toda la familia ha pasado al pabellón de Estado del aeropuerto, antes de dirigirse hacia el Palacio Real de Rabat en una larga comitiva. En el primer coche viajaban el Rey Felipe y Mohamed VI, con el techo abierto y saludando a la gente que se ha colocado en la ruta entre el aeropuerto y la ciudad, toda jalonada de banderas de los dos países.

Los Reyes inician su primer viaje de Estado a Marruecos. Agencia ATLAS

La ceremonia oficial de bienvenida ha tenido lugar en la explanada ante el Palacio Real de Rabat, ante todo el Gobierno marroquí, numerosas autoridades y miembros del cuerpo diplomático. Las delegaciones han escuchado los himnos, con 21 salvas de honor de fondo, en un estrado entoldado. En primera fila, flanqueados por las banderas, los jefes de Estado y, detrás, el príncipe heredero de Marruecos con la Reina Letizia a un lado y su tío, Mulay Rachid, al otro.

Acto seguido, Felipe VI y su anfitrión han tenido una reunión privada y, después, otra más con las respectivas delegaciones, incluidos los ministros de Exteriores. Después, los dos Reyes han presidido la firma de acuerdos entre los dos Gobiernos -un total de 11--. Una cena de gala en el Palacio Real ha puesto el broche a la primera jornada de la visita.

Igual que en el recibimiento, las fotos oficiales muestran a Mohamed VI y sus invitados con la familia real marroquí -la esposa del Rey no aparece en público desde diciembre de 2017 y, según la revista 'Hola', el matrimonio se ha divorciado--. Para la cena, los anfitriones han cambiado sus trajes por vestimentas tradicionales marroquíes.

La prensa no ha podido presenciar la llegada de los invitados a la cena de gala y, a diferencia de lo habitual en España, en ella no habrá discursos de los jefes de Estado. De hecho, si bien Felipe VI intervendrá mañana en la constitución del Consejo empresarial hispano-marroquí, no están previstas palabras en público de Mohamed VI.

La visita es, así bien distinta a la que hicieron Juan Carlos y Sofía en 2005. En aquel momento los entonces Reyes visitaron tres ciudades en tres días (Marrakech, Rabat y Tánger) y el Rey pronunció un discurso ante las dos Cámaras del Parlamento marroquí. Ahora, el viaje se ha condensado en una ciudad y poco más de un día, conforme a un formato más moderno de visita de Estado, según fuentes implicadas en la organización.

Con todo, el viaje se ha preparado con exquisito cuidado para simbolizar la estrechísima relación política, institucional, económica, cultural y humana entre los dos países. Si un país es estratégico para España, señalan fuentes diplomáticas, ese es Marruecos. Aunque los dos países comparten ya un centenar de acuerdos bilaterales, en la visita se han firmado una decena de nuevos documentos, en su mayoría acuerdos políticos, para señalar aquellos puntos donde la relación se quiere intensificar más.

Los gestos del Gobierno español

El Gobierno español tampoco ha ahorrado en gestos. Uno de los acuerdos firmados es la cesión a Marruecos del Gran Teatro Cervantes de Tánger, que lleva años en desuso, con el compromiso de su restauración. Con los Reyes han viajado cinco ministros, entre ellos el de Agricultura, Luis Planas, que fue embajador en Marruecos.

Planas no ha firmado ningún acuerdo y regresará el jueves a España, pero ha estado presente en las ceremonias. Su presencia es doblemente importante para los dos países teniendo en cuenta que el martes el Parlamento Europeo ratificó el acuerdo pesquero UE-Marruecos, clave para España porque gracias a él faenan 92 barcos, y para Marruecos porque, aparte de la compensación económica, incluye las aguas del Sáhara.

Antes de la firma de acuerdos, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, reconocía a los periodistas que todos los ministros estaban pendientes de esa ratificación. Marlaska ha incidido en la "cooperación intensa" entre los dos países y en la confianza que existe entre ambos para identificar mejoras. Él ha firmado con su homólogo un convenio de cooperación contra la delincuencia para dar "forma legal" a esa cooperación".

El resto son acuerdos políticos que incluyen desde la apuesta por una Asociación Estratégica Global hasta el desarrollo de una tercera interconexión eléctrica entre ambos países y la organización de exposiciones en el Museo Arqueológico de Madrid, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y el Palacio Real. También han firmado acuerdos la CNMV, Iberia y el Puerto de Algeciras.

La firma de acuerdos entre Gobiernos no es algo habitual en las visitas de Estado de los Reyes, pero en esta ocasión se ha querido ir más allá de la vertiente institucional y mostrar que la relación entre los dos países tiene un denso contenido político en múltiples ámbitos. España y Marruecos tienen ya firmados un centenar de acuerdos, según señala este miércoles la prensa marroquí, pero los dos Ejecutivos han trabajado para cerrar nuevos textos que sirvan para dar un nuevo impulso a las relaciones.

La visita continúa el jueves con reuniones de Felipe VI en el palacio Real de huéspedes con el jefe del Gobierno marroquí, Saadeddine Othmani; al presidente de la Cámara de Representantes, Karim Ghellab, y al de la Cámara de Consejeros, Hakim Benchamach.

Tradicional ofrenda en el mausoleo

Además, los Reyes visitarán el Mausoleo, donde habrá una ceremonia de honores y, posteriormente, colocarán sendas coronas ante las tumbas de Mohamed V y de Hassan II.

La Reina Letizia visitará la Escuela de la Segunda Oportunidad, en Salé, donde mantendrá un encuentro con niños y jóvenes que están en acogida y realizan cursos de reinserción y visitará la residencia, las aulas y los talleres. Durante la mañana del jueves también habrá, en la residencia del embajador de España, una audiencia de los Reyes a hispanistas y escritores marroquíes en lengua española.

Se trata de los escritores Abderrahman el Fathi, Larbi el Harti, Nisrin ibn Larbi y Aziz Tazi y los estudiosos Aziza Bennani, Fatiha Benlabbah, Mohamed Abrighach, Mustapha Adila, Ahmed Benramdane, Hossain Bouzineb, Abdellatif Limami, Ahmed Mgara y Raissouni Khalid.

Por la tarde, en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores será el acto de constitución del Consejo Económico Marruecos-España, un órgano de cooperación entre las patronales de los dos países. Allí pronunciará Felipe VI un discurso ante responsables de ambos Gobiernos y de la comunidad empresarial.

El último acto de la visita será una recepción de los Reyes, en la sede de la Biblioteca Nacional, a la colectividad española en Marruecos, a la que el Rey dirigirá también unas palabras. Don Felipe y Doña Letizia regresarán a España el mismo jueves por la noche, tras una ceremonia de despedida con honores en el aeropuerto de Rabat.