"En un accidente de tráfico lo peor no es la muerte". Con este lema la Dirección General de Tráfico (DGT) ha retomado las duras campañas de concienciación de los años 90 para "sacudir" a la sociedad y ponerla frente a una terrible realidad: el aumento de las víctimas mortales en carretera en los últimos cuatro años.

Han sido el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; el director general de Tráfico, Pere Navarro; y el fiscal coordinador de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, quienes han presentado la campaña, conscientes de que la dureza del mensaje puede generar críticas pero convencidos de que puede contribuir a reducir las negras cifras de la siniestralidad.

"En un accidente de tráfico, ¿quién prefieres ser? ¿quién vive o quién muere?" se puede escuchar en los dos mensajes que no eluden las imágenes más duras de las consecuencias de un accidente.

Y para evitarlas, el mensaje a los conductores es claro: "Piénsalo dos veces antes de pisar el acelerador, tomarte esa copa o mirar el móvil".

Porque, como ha recordado Marlaska, el uso del teléfono móvil, especialmente del WhatsApp, está detrás de un 33 por ciento de los accidentes con víctimas, el exceso de velocidad en un 29 por ciento, y las drogas y el alcohol en un 26 por ciento.

La campaña "Vivo o muerto" comenzará a emitirse mañana, en los días previos al puente de Todos los Santos, y se desarrollará hasta finales de año en tres oleadas distintas, en coincidencia con las fechas de mayor número de desplazamientos.

Diseñada para los distintos soportes y con diferente duración según el medio, la campaña también va a ser proyectada en espacios exteriores a través de pantallas digitales, en concreto en centros comerciales, universidades, mercados gastronómicos, estaciones de tren y en la línea 8 del Metro de Madrid, así como en calles importantes de las ciudades.

Entre ellas, en las pantallas situadas en el exterior del Cine Capitol de la Gran Vía madrileña.

La campaña, según el ministro, forma parte de las medidas que quiere poner en marcha su departamento para "hacer frente a la violencia vial" de forma "seria y coordinada" con las partes afectadas, entre ellas las víctimas.

Ha recordado las "durísimas" campañas de hace unos años, como la de "las imprudencias se pagan", que se difundieron en una etapa en la que la cifra de fallecidos en accidente de circulación superaba los 5.000.

Tras notables descensos consecutivos, en los últimos cuatro años la tendencia se ha invertido, hasta el punto de que este verano el número de muertos ha aumentado un 15 por ciento hasta alcanzar los 259 fallecidos, la cifra más alta desde 2012.

Marlaska ha recordado que 2017 cerró con 1.830 víctimas mortales y ha asegurado que 2018 finalizará con una cifra más alta, con "pésimos" datos que no va a ocultar Interior, cuyo objetivo es "sacudir" a la sociedad y ponerla frente a una realidad terrible para lograr invertir la tendencia.

En su opinión, cientos de muertes podrían haberse evitado, así como muchos de los heridos graves, que el pasado año ascendieron a 9.500. Muertos y heridos en accidentes que dejan familias rotas y proyectos vitales truncados, ha lamentado el ministro.

Por ello, Tráfico ha querido cambiar el enfoque de las campañas para trasladar al conductor las consecuencias de sus actos, pese a que sabe que recibirá críticas y que podrá herir sensibilidades.

"Por un mensaje de móvil o por una última copa no merece jugarse la vida ni destrozar la de los demás", ha enfatizado Marlaska.

Navarro, por su parte, ha reconocido que le ha impactado la dureza de la campaña, pero "la realidad es más dura", y ha insistido en que después de cuatro años de subida de la siniestralidad "el manual dice que hay que afrontar de cara los accidentes", lo que ha compartido el fiscal coordinador de Seguridad Vial.

Los dos spots que se han proyectado en la rueda de prensa cuentan cómo va a ser la vida de una persona que causa un accidente, desde los dolores físicos por sus heridas, hasta la cárcel, la pérdida de su trabajo y la necesidad de tomar pastillas para dormir.

Y no podría mirar a la cara a los padres del niño que murió por su culpa ni podrá mirarse al espejo.

En el otro, el conductor muere por utilizar el móvil. "Se te acabaron los memes y los chistes", "tus padres nunca se recuperarán", "tu mujer conocerá a otra pareja" o "no podrás vivir esa experiencia" (la de ser padre) son algunas de las consecuencias del accidente.

Pero "qué más da, estarás muerto, pasarás a ser una estadística".