El presidente del PP, Mariano Rajoy, podrá acceder a las prerrogativas reservadas a los expresidentes del Gobierno, que incluyen una oficina con dos empleados, pero no podrá percibir pensión indemnizatoria si no renuncia al escaño de diputado del Congreso, según indicaron a Europa Press en fuentes oficiales.

Desde 1992 rige un decreto que regula el Estatuto de los expresidentes del Gobierno y que actualmente afecta a Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, a los que ahora se unirá Mariano Rajoy.

Según esta norma, los ex presidentes del Gobierno gozarán siempre "de la consideración, atención y apoyo debidos a quienes han desempeñado este cargo". De entrada, y aunque hayan cesado de sus funciones, deben ser tratados como 'presidente', ocuparán un lugar protocolario especial en los actos institucionales y cuando viajen al extranjero podrán contar con apoyo diplomático de las embajadas.

Rajoy, al igual que los demás, podrá disponer de una especie de oficina de representación a cuyo servicio se adscribirán dos puestos de trabajo, uno de nivel 30 y otro de nivel 18, que serán cubiertos, a su propuesta, mediante el sistema de libre designación. Este personal, que se incluirá en la relación de puestos de trabajo correspondientes a la Presidencia del Gobierno, tendrá la consideración de 'personal eventual de gabinete' y, si fuesen funcionarios, pasarán a la situación de servicios especiales.

Además, se le facilitará una dotación para gastos de oficina, atenciones de carácter social y, en su caso, alquileres de inmuebles, en la cuantía que se consigne en los Presupuestos Generales del Estado. Así, en el proyecto presupuestario de 2018 que actualmente tramita el Senado se incluye una partida de 223.740 euros a repartir entre todos los expresidentes, lo que hasta ahora representaba unos 75.000 euros al año por cabeza.

Igualmente, se deberá poner a disposición de Rajoy un automóvil de representación con conductores de la Administración del Estado, los servicios de seguridad que el Ministerio del Interior estimen necesarios, y disfrutará de "libre pase" en las compañías de transportes terrestres, marítimos y aéreos regulares del Estado.

La normativa prevé además una pensión indemnizatoria, como las del resto de miembros de Gobierno, que supone cobrar durante dos años el 80% de su sueldo de presidente, pero esta compensación es incompatible con otra retribución pública, por lo que Rajoy deberá renunciar al escaño de diputado quiere percibirla.

Rajoy, 35 años en cargos públicos

Mariano Rajoy (Santiago de Compostela, 1955) es licenciado en Derecho y registrador de la propiedad. Fue elegido presidente de la Diputación de Pontevedra en 1983 con tan solo 28 años, tras su paso por el Parlamento gallego. Desde 1986 hasta 1987, en un breve periodo de diez meses, fue vicepresidente de la Xunta de Galicia con Manuel Fraga.

Rajoy se embarcó en el PP cuando Alianza Popular se refundó en 1989 de la mano de Fraga. Ese mismo año entró a formar parte ya del Comité Ejecutivo Nacional del partido, ocupando puestos como el de vicesecretario de Organización y Electoral del PP y haciéndose cargo de las campañas electorales de 1996 y 2000, en las que ganó José María Aznar.

Con la llegada del PP al Palacio de la Moncloa, Aznar le designa ministro de Administraciones Públicas, una cartera que dejaría en 1999 para convertirse en titular de Educación, Cultura y Deporte hasta el año 2000. En esa segunda legislatura del Partido Popular, con mayoría absoluta, es nombrado vicepresidente primero del Gobierno y poco después sumaría a esa responsabilidad la de Interior. En 2002 dejó ese Ministerio para ser portavoz del Gobierno y ministro de la Presidencia.

Rajoy, ante el primer día de su nueva vida

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Rajoy, ante el primer día de su nueva vida. Vídeo: ATLAS | AFP

En septiembre de 2003, Aznar le designa para ser su sucesor, de forma que le convierte en secretario general del PP y candidato a la Presidencia del Gobierno. Un año más tarde, en 2004, se convierte en presidente del Partido Popular, tan solo meses después de perder las elecciones generales frente al socialista José Luis Rodríguez Zapatero, quien en 2008 volvería a ganarle en las urnas.

En ese año, el PP le revalida como presidente del partido en un complicado congreso en Valencia y que gana contra una oposición liderada por Esperanza Aguirre; se evidencia ya la distancia que le separa de José María Aznar, que no ha dejado de aumentar hasta hoy.

Será en noviembre de 2011 cuando Rajoy llega al Palacio de la Moncloa, con una abultada mayoría absoluta pero en plena crisis económica. El PP volvía a ganar los comicios de diciembre de 2015 pero la fragmentación parlamentaria no logró que los partidos se pusieran de acuerdo para investir un candidato, lo que obligó a repetir las elecciones en junio de 2016. Tras alcanzar un acuerdo de investidura con Ciudadanos, la abstención del PSOE -partido que hoy le ha derribado del poder-- le permitió entonces seguir en Moncloa.