El presidente Pedro Sánchez se ha mostrado convencido de que la dimitida ministra de Sanidad, Carmen Montón "no le mintió" respecto a las supuestas irregularidades de su máster y ha dicho estarle "agradecido de que haya dado un paso al lado para que no se vea enturbiada" la gestión del Gobierno.

"A mí no me mintió la ministra de Sanidad y estoy agradecido de que haya dado un paso a lado para que no se vea enturbiada la gestión en salud pública del Gobierno", ha dicho Sánchez en una entrevista en la Sexta.

En ella, el presidente ha subrayado que, cuando respaldó a Montón en declaraciones en el Senado, poco antes de su dimisión, lo que defendió fue su "gestión pública".

En esa línea, ha vuelto a reivindicar la labor de Montón y ha enmarcado su dimisión en un contexto de ejemplaridad, no de gestión política, igual que en el caso del dimitido ministro de Cultura Maxim Huerta.

"Yo asumiré la responsabilidad política en el momento en que haya un ministro que haga algo que tenga que ver con la gestión política", ha dicho, tras subrayar que después de siete años de gobierno del PP en los que "nadie dimitía" y "el verbo dimitir no se conjugaba", su Ejecutivo ha asumido una "ejemplaridad inédita que dignifica el sistema democrático".

Sobre la posible falta de mecanismos de control en el sistema universitario, Sánchez ha rechazado que sea así: "me niego a creer que no hay controles", ha sostenido, y ha avanzado que su Gobierno va convocar a los rectores para saber que se puede "mejorar".

Independentistas

Pedro Sánchez, ha evitado pronunciarse sobre la conveniencia o no de que los dirigentes independentistas permanezcan en prisión porque cree que no debe hacerlo como jefe del Ejecutivo y por respeto a la autonomía del poder judicial.

"Tengo una opinión, pero yo soy presidente del Gobierno y no puedo hacer una afirmación sobre esa cuestión. Me lo he autoimpuesto porque siempre he querido respetar y mucho la autonomía del poder judicial", ha señalado antes de asegurar: "Yo voy a defender siempre a los jueces".

Para él, algunos de sus ministros han hecho una valoración política sobre ese asunto, pero él ha dicho que, como presidente, tiene que ser "mucho más escrupuloso".

Sánchez ha vuelto a defender la vía del diálogo con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y ha dicho que él ha dado un paso al frente proponiendo que esta crisis política tendrá que resolverse con una votación, en referencia a su propuesta de una posible reforma del Estatut.

Pero a su vez ha pedido "autocrítica" a los independentistas para que no sigan sin atender a la mayoría de catalanes que no apuestan por sus tesis.

"Torra lo que tiene que hacer es abrir un diálogo entre catalanes", ha insistido Sánchez, quien ha vuelto a negar que hubiera una rectificación respecto a la defensa del juez Pablo Llarena en Bruselas ante la demanda que le planteó el expresident Carles Puigdemont.

Sólo admite que hubo una "reflexión" tras la que se concluyó que era imposible separar el ámbito público y privado del juez porque se trata de una cuestión de Estado.