El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, preguntó este viernes al presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, "qué bien hace" a los catalanes con la "bronca" protagonizada durante su estancia en Estados Unidos, y abogó por anteponer el diálogo a la tensión como vía para pasar página al actual escenario.

Sánchez trasladó este mensaje a Torra en la rueda de prensa ofrecida en Bruselas al término de la cumbre de los líderes europeos al ser preguntado por si su actitud de no elevar el tono ante los independentistas está alentando desplantes al Rey y a algunos embajadores españoles por los dirigentes separatistas.

"Entre el diálogo y la bronca, este Gobierno escoge el diálogo, pero eso no significa que no seamos firmes en la defensa de la reputación internacional de un Estado social, democrático y de derecho como el español", afirmó el jefe del Ejecutivo.

A su juicio, "quien dialoga es quien tiene convicciones firmes", por lo que emplazó al presidente de la Generalitat a reflexionar sobre su actitud tras sus duras críticas a España y su desencuentro con el embajador en Washington, Pedro Morenés.

"La pregunta que se tendría que hacer Torra es qué bien hace a los catalanes a los que representa trasladando ese tipo de bronca en Estados Unidos y qué gana España también con eso. ¿De verdad ganamos algo en términos de reputación e imagen?", reflexionó Sánchez.

Por ello Sánchez insistió en que en una crisis como la de Cataluña, se necesita de "mucha política, de mucha inteligencia y de mucha paciencia y de poner la mirada larga".

Quedarse en "la coyuntura y en el corto plazo", prosiguió, supone "hacer un flaco favor a la inmensa mayoría de catalanes y del conjunto de españoles, que quieren pasar página y tener una relación mucho más normal, que es la que precisamente está en la calle".

"Lo que ocurre en la calle es lo que tiene que ocurrir en la política", recomendó.

Preguntado por si el nombramiento de la ex consejera de Agricultura Meritxell Serret -imputada por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena por su participación en el proceso soberanista- como delegada de la Generalitat en Bruselas puede ser un "obstáculo" en la relación del Ejecutivo central con el Govern, Sánchez ha reconocido que "sí".

El jefe del Ejecutivo ha dicho asimismo que "no ha hecho falta" que pidiera a sus socios de la Unión Europea que no reciban a Serret.