El juez que instruye la causa abierta sobre el "procés", Pablo Llarena, ha contestado al escrito remitido por Instituciones Penitenciarias que la decisión de trasladar a cuatro presos preventivos, entre ellos los "Jordis", corresponde al Ministerio del Interior.

Por el momento, Llarena, que ya advirtió anteriormente de este asunto, únicamente se refiere al excandidato a la Presidencia de la Generalitat Jordi Sànchez; al presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart; a la expresidenta del Parlament Carme Forcadell; y a la exconseller Dolors Bassa.

Sin embargo, éstos no son los únicos procesados que han pedido su traslado a cárceles de Cataluña, si bien las primeras solicitudes que han llegado al Tribunal Supremo y sobre las que el juez ha decidido solo afectan a estos cuatro presos, según han informado a Efe fuentes jurídicas.

Los "Jordis", Forcadell y Bassa fundamentaron su petición al juez del alto tribunal en razones de "vinculación familiar". En concreto, Sànchez pidió que le trasladasen a Quatre Camins; Cuixart a Brians II; Bassa a Girona Mujeres, y Forcadell a Barcelona Mujeres.

A su vez, los directores de los centros penitenciarios en los que estos cuatro procesados se encuentran internos (Soto del Real y Alcalá Meco, ambos en Madrid) solicitaron a Llarena que informara sobre la existencia de algún inconveniente para proceder al traslado, lo que supone el primer trámite para el supuesto acercamiento de los presos a Cataluña.

Ahora, en una providencia, Llarena responde que no existe "razón procesal que conduzca a la custodia de los procesados en ningún centro penitenciario concreto, estando la decisión sujeta a los criterios penitenciarios que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias considere de aplicación."

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, avanzó poco después de tomar posesión que el traslado de los presos se evaluaría una vez que Llarena concluyera la instrucción, que está próxima a su final, y recalcó que aunque la competencia sobre traslados sea de Instituciones Penitenciarias, no se traslada a presos preventivos sin el visto bueno del juez instructor.

Pero Llarena ya aclaró en un auto, y vuelve a hacer ahora, que la decisión sobre la cárcel en la que permanecen los presos, ya sea preventivos o condenados, es de Prisiones, no del juez.

Esta es la respuesta que ha dado el magistrado a la petición de información que le ha hecho llegar Interior. En concreto, el Ministerio preguntó al juez si tenía previsto realizar más diligencias, con el fin de iniciar los trámites para trasladar a prisiones de Cataluña.

Se trata de un "protocolo ordinario" que da paso a un trámite que conlleva "unos días" hasta que, finalmente, se procede al traslado bajo custodia de la Guardia Civil.

Se trata, explican desde Interior, del mismo protocolo que se sigue con cualquier preso catalán con arraigo en esta comunidad autónoma, que tiene transferidas las competencias en materia de política penitenciaria. En el momento en el que se lleve a cabo el traslado, la vida en prisión de los líderes del 'procés' dejará de estar supervisada por la Administración central a través de Instituciones Penitenciarias, ya que tomará el testigo el Servicio Penitenciario dependiente de la Consejería de Justicia catalana.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha respaldado públicamente el traslado a Cataluña una vez que finalice la instrucción del juez Llarena, remitiéndose a cuestiones familiares y también al derecho de defensa de los procesados, que podrán estar más cerca de sus abogados para preparar el juicio. En su primera entrevista como ministro, Grande-Marlaska sostuvo que era partidario de estudiar el traslado pero si así lo autorizaba el juez que investiga el 'procés', que ahora ha contestado recordando que la potestad en exclusiva sobre estas cuestiones es de Instituciones Penitenciarias.

Ahora, los nueve políticos catalanes en situación de prisión provisional tienen que solicitar este traslado y, una vez que hay constancia de que no hay impedimento, la junta de tratamiento de cada una de las tres cárceles madrileñas (Estremera, Soto del Real y Alcalá-Meco) e Instituciones Penitenciarias tienen que elaborar un informe sobre la situación familiar y su vinculación con Cataluña.

Es una vez cumplimentado este informe cuando se informa a la Administración catalana, que es la encargada de elegir el centro penitenciario en el que ingresarán los políticos procesados por delitos como el de rebelión y malversación.

En la mesa del nuevo secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, aguardaba desde el 27 de abril las solicitudes de traslado a prisiones catalanas que Oriol Junqueras y Raúl Romeva realizaron ante la Administración cuando gobernaba el PP, con Ángel Yuste al frente de Prisiones. Durante la instrucción, el juez Llarena denegó el traslado de los dirigentes que pidieron permiso para poder participar presencialmente en las sesiones de investidura en el Parlament, aunque sí autorizó la delegación de voto.

Reglamento penitenciario

La competencia sobre traslados y desplazamientos está regulada en el artículo 31 del Reglamento Penitenciario, que dice: "El centro directivo tiene competencia exclusiva para decidir, con carácter ordinario o extraordinario, la clasificación y destino de los reclusos en los distintos establecimientos penitenciarios, sin perjuicio de las atribuciones de los Jueces de Vigilancia en materia de clasificación por vía de recurso".

Dicho centro directivo, dependiente de la Administración, es quien ordena los traslados correspondientes "en base a las propuestas formuladas al efecto por las Juntas de Tratamiento o, en su caso, por el Director o el Consejo de Dirección, así como los desplazamientos de los detenidos y presos que le sean requeridos por las autoridades competentes".

"Los traslados se notificarán, si se trata de penados, al Juez de Vigilancia, y, si se trata de detenidos y presos a las autoridades a cuya disposición se encuentren". Es en este último caso en el que se encuentran Junquera y el resto de exconsejeros procesados por el Supremo.