Iñaki Urdangarin debe empezar a cumplir con la condena a 5 años y 10 meses que el martes pasado le impuso el Tribunal Supremo por varios delitos de corrupción en el caso Nóos.

Urdangarin llegó la noche del domingo al aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid procedente de Ginebra, según varios medios de comunicación.

Un día después de que el Supremo confirmara la sentencia de este caso de corrupción, la Audiencia de Palma, el tribunal que le condenó en primera instancia, le entregó en mano el mandamiento judicial por el que ordena su ingreso en prisión y en el que le daba cinco días para presentarse voluntariamente, plazo que vence hoy.

Una vez en prisión, lo normal es que pase por todos los trámites del primer ingreso. Se le hace una ficha y es reconocido por el servicio médico, además de ser entrevistado por un equipo multidisciplinar formado por trabajadores sociales y psicólogos que le evalúan.

Como es habitual, el preso pasa la primera noche en el módulo de ingresos y después se le traslada al módulo más adecuado. Probablemente, y dadas sus características, al conocido como "de respeto", donde el interno, al que se clasifica en segundo grado, acepta unas normas de comportamiento e higiene y de organización de la vida diaria en esa instalación.

El Tribunal Supremo ratificó el martes pasado la condena inicial de la Audiencia de Palma por malversación, prevaricación, fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias, pero le absolvió de falsedad en documento público, con lo que rebajó en cinco meses la pena de privación de libertad, que es en total de 5 años y 10 meses.