El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dado instrucciones para que España "cumpla con los compromisos internacionales en materia de crisis humanitarias" y acoja al barco Aquarius, en el que se encuentran más de 600 personas abandonados a su suerte en el Mediterráneo.

El Gobierno informa en un comunicado de la decisión del jefe del Ejecutivo y adelanta que el destino del buque será el puerto de Valencia."Es nuestra obligación ayudar a evitar una catástrofe humanitaria y ofrecer 'un puerto seguro' a estas personas, cumpliendo de esta manera con las obligaciones del Derecho Internacional".

El barco llegaría a finales de semana al puerto de Valencia, según ha podido saber Efe en fuentes que coordinan el dispositivo. Según la distancia a la que se encuentra actualmente el barco, en aguas del Mediterráneo entre Italia y Malta, las estimaciones indican que tardará cuatro días en llegar al puerto valenciano.

No obstante, Médicos Sin Fronteras (MSF), que junto con la ONG SOS Mediterranée gestiona el barco, ha indicado que aún no tiene notificación oficial respecto al ofrecimiento del Gobierno.

"MSF ha escuchado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha ofrecido Valencia como el puerto de desembarco para el 'Aquarius'", ha señalado la ONG en una nota, precisando que "aún no ha recibido notificación oficial por parte de los centros de coordinación de rescates marítimos de Italia ni de España al respecto".

Así las cosas, ha organización ha dejado claro que "la situación a bordo para las 629 personas rescatadas, muchas de las cuales necesitan atención médica, necesita una resolución urgente". El barco se encuentra en la actualidad en aguas entre la isla italiana de Sicilia y Malta, a la espera.

El Ejecutivo está en coordinación con la Generalitat valenciana para la llegada del barco Aquarius de la ONG francesa Sos Méditerranée con 629 inmigrantes a bordo y cuya entrada en Italia ha sido denegada por las autoridades de ese país.

El ministro del Interior italiano y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, dijo hoy en Twitter que el barco se dirige ya a España: "Victoria. 629 inmigrantes a bordo del barco Aquarius en dirección a España. Primer objetivo logrado", escribió el ministro populista en sus redes sociales.

Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana, informaba a los periodistas antes de participar en un almuerzo del Club Siglo XXI de que había dado su autorización a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, para que el puerto de Valencia acoja al Aquarius.

Puig ha subrayado que se trata de razones humanitarias y ha lamentado que el barco esté, en estos momentos, "abandonado" en el Mediterráneo de forma "profundamente injusta".

Entre los 629 inmigrantes que viajan en el barco, que ha pasado la noche con los motores parados a 35 millas de Italia y 27 de Malta, hay 123 menores no acompañados, 11 de ellos niños pequeños y siete mujeres embarazadas, rescatados en la jornada de ayer.

Algunos de los periodistas que se encuentran a bordo del Aquarius para seguir las labores de rescate en el Mediterráneo informaron en sus redes sociales de que el barco sigue parado y por el momento no se han dado instrucciones.

La última orden por parte del Centro de Coordinación de Rescate de Roma fue la de que se detuvieran en la posición en la que se encontraban, a 35 millas de Italia y 27 al norte de Malta.

Italia negó ayer abrir un puerto al Aquarius y reclamó a las autoridades maltesas que se hiciesen cargo del barco.

"Es nuestra intención que responda oficialmente a nuestra petición de apertura de sus puertos para poner a salvo a cientos de náufragos presentes en el Aquarius", exigieron en un comunicado los ministros italianos del Interior, Matteo Salvini, y de Infraestructuras, Danilo Toninelli.

En el comunicado, los ministros aseguran que Italia "continuará salvando vidas humanas, mientras otros se equivocan".

Por el momento, la respuesta del primer ministro de Malta, Joseph Muscat, fue que no abrirá su puerto porque este caso no es de su competencia y acusó a Italia de saltarse las reglas internacionales y de poner en peligro la vida de los inmigrantes.

Cooperantes de Médicos sin Fronteras que trabajan en el Aquarius explicaron que les queda comida y agua para dos o tres días máximo.