El presidente de Israel, Reuven Rivlin, ha comenzado este lunes su brindis en la cena de gala en el Palacio Real, con los Reyes de anfitriones, con unas palabras de apoyo a la unidad de España: "España es un país para nosotros, y Su Majestad es símbolo de esa unidad".

"Todos los ciudadanos de España nos son queridos, y esperamos y rezamos para que todos los conflictos se resuelvan de manera pacífica, confiamos en usted", ha proseguido. Según ha avanzado él mismo a los presentes -entre ellos el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y cuatro miembros del Gobierno-, es lo mismo que dirá este martes en su discurso ante las Cámaras en el antiguo salón de plenos del Senado.

La visita de Estado de Rivlin a España, la primera de un presidente israelí en 25 años, se produce en plena crisis en Cataluña por el desafío soberanista, y este es el mensaje más claro de apoyo a la unidad de España por parte de una institución de Israel.

El presidente israelí es un cargo institucional, no ejecutivo. Hasta ahora, el Gobierno, presidido por Benjamin Netanhayu, se ha limitado a decir que no quiere opinar sobre algo que es un asunto interno de España.

Estas palabras de Rivlin, pronunciadas en inglés mientras el resto del discurso ha sido en hebreo, han sido la única alusión a la crisis territorial que vive España en la cena de gala, el momento más simbólico de la visita de Estado.

Los brindis, tanto el suyo como el de Felipe VI, se han centrado en una reivindicación de los vínculos de España con Israel a través de la comunidad sefardí. El jefe de Estado no ha hecho ninguna alusión a la situación política española y, de este modo, ha dejado el protagonismo a su invitado.

En su intervención, Rivlin ha recordado cómo Sefarad fue "el paisaje" de su infancia, en los nombres de las calles de su ciudad, Jerusalén, y en su memoria familiar: "En los escritos de mi padre, en las canciones, en los libros, en el linaje familiar que se decía procedía de los judíos expulsados de España", ha rememorado.

Y ha mencionado también como "se abrieron las puertas de la indulgencia y comenzó el proceso histórico de reparación" a los judíos por parte de España cuando el Rey Alfonso XIII, bisabuelo de Felipe VI, ayudó a evitar la expulsión de los judíos de la "Tierra de Israel" durante la Primera Guerra Mundial, dirigiéndose a los emperadores de Austria y Alemania a pesar de la neutralidad de España en la contienda.

Rivlin ha hecho hincapié en que "España es el recuerdo amado y doloroso al mismo tiempo", pero también una "piedra angular" de la identidad israelí y por ello "no debe ser únicamente un pasado, una tradición y una nostalgia" sino que la alianza entre los dos países "debe ser una alianza del presidente, una alianza del futuro" y ha apostado por unas relaciones bilaterales "robustas y extensas".

De hecho, ha incidido en el potencial de cooperación de los dos países en tecnologías de futuro, puesto que ambos países son líderes en tecnologías agrícolas, de agua y de energías renovables, y como Israel es "lugar de peregrinación para aquellos que buscan soluciones a desafíos tecnológicos".

Rivlin, aficionado al fútbol que el martes visitará el museo del Real Madrid, ha terminado su discurso con un brindis con la que ha llamado "Copa del Rey", por los Reyes, por los dos pueblos y por la relación entre ambos.