La jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ha citado este viernes como investigados (imputados) por un delito de "sedición" al jefe de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluis Trapero; al presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sánchez; al de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart; y a una intendente de la policía catalana.

Fuentes jurídicas han confirmado a EFE que la citación es para el próximo viernes en relación al asedio de la Consejería de Economía de la Generalitat el pasado 20 de septiembre mientras las fuerzas de seguridad llevaban a cabo un registro en su interior.

Tras el asedio, la Fiscalía denunció los hechos como constitutivos de un delito de sedición y la juez la admitió a trámite al entender que el fin último de los disturbios es el de una ruptura de la forma de Gobierno.

Como primera diligencia de investigación, la juez pidió el informe del instituto armado que incluye hasta seis peticiones por escrito a los Mossos en relación con los incidentes de la conselleria, contestadas -en algún caso dos horas después- con escuetas respuestas de que se había dado trámite a la solicitud.

Además de las peticiones por escrito, los guardias pidieron en varias ocasiones ayuda a la intendente de los Mossos, Teresa Laplana, desplazada al lugar desde primera hora de la mañana, pero hasta las 14.30 horas no se presentó un responsable de la Unidad de Control de Masas.

En una de esas peticiones, se traslada a la intendente de los Mossos la necesidad de proteger los tres coches que habían quedado fuera y que ya estaban rodeados. Se le dijo que los coches tenían "armas largas" y que si los manifestantes accedían a los vehículos "podría incrementarse la amenaza de forma muy importante".

La intendente respondió, según el guardia, que no podía hacer nada y que su intención era "mantener la situación".

El relato de los guardias que actuaron revela que los agentes que custodiaban la puerta se vieron obligados a entrar en el edificio para evitar "el enfrentamiento directo" ante la actitud "cada vez más hostil" de los manifestantes.

A las diez de la noche se dio por finalizado el registro, pero la comisión judicial "quedó retenida y sitiada en contra de su voluntad".

El papel de ANC y Òmnium

Dos horas después, Sánchez y Cuixart, subidos a un vehículo de la Guardia Civil -que ya habían sido destrozados- arengaron a los asistentes a persistir en la protesta. A juicio de la Guardia Civil, ambos demostraron capacidad para coordinar la protesta, pero no usaron ese control para disolver una manifestación que habían convocado y que estaba "coaccionando" a los agentes.

Más tarde, "la masa" intentó acceder al edificio por la fuerza. El testimonio de uno de los agentes dice: "El ambiente en el exterior era muy tenso y hostil, tirando objetos e insultando constantemente a los guardias civiles. También realizaban cánticos en los que decían 'esta noche dormiréis aquí' (...) sobre las 3 de la mañana hubo una carga violenta de los manifestantes contra las puertas en la que por parte de unos 15 agentes de Mossos y Guardia Civil hubo que aguantar las puertas, puesto que parecía que la masa podía tirarla abajo y acceder".

Los momentos de tensión frenta a la Conselleria de Economía el 20 de septiembre. Vídeo: Agencia ATLAS

Para entonces, la secretaria judicial había salido por un teatro anexo camuflada entre el público que había ido a la función. Los agentes salieron entre las cuatro de la mañana y las siete.

Nuevas solicitudes a los Mosos

Además, el informe deja constancia de que aquel día la Guardia Civil envió hasta 24 solicitudes de apoyo a los Mossos, diez de ellas con carácter urgente, en diversos puntos de Barcelona, en Sabadell, en Hospitalet, Les Franquesas del Vallés, Vic, Tarrega, Lleida, Manresa, Reus y Valls.

En concreto, alertaron de una concentración que se dirigía a la casa cuartel de Vic, por lo que pidieron apoyo para garantizar la integridad del personal que allí presta servicio y de las familias que allí residen; e hicieron lo mismo en el polígono industrial de Bigues, puesto que la comisión judicial no podía abandonar el lugar al haber varias personas tiradas en el suelo.

Incluso, advierten de que han tenido conocimiento de que "todos los alumnos de bachillerato de los dos institutos" de Tarrega se concentraran al día siguiente frente al cuartel de esta localidad.

Trapero alegará que cumplió las órdenes judiciales

Trapero alegará ante la juez que ha cumplido "estrictamente" las órdenes judiciales y de la Fiscalía en sus actuaciones sobre el referéndum del 1-O.

Según han informado los Mossos d'Esquadra en su cuenta oficial de Twitter, en la comparecencia judicial el mayor aportará toda la información sobre las actuaciones que la policía autonómica llevó a cabo en el dispositivo del 20 de septiembre, y alegará también que en todas las intervenciones de los últimos días han cumplido "estrictamente" las órdenes judiciales y de la Fiscalía.

La jefatura de los Mossos d'Esquadra ha remitido un escrito a todos los agentes en la que muestra su "plena confianza" en la labor llevada a cabo por el cuerpo en relación con el referéndum y les insta a seguir trabajando en la misma línea, han informado a Efe fuentes policiales.

Los Mossos también han pedido que se les deje al margen de los actos de apoyo que se puedan convocar para arropar a los líderes de la ANC y de Òmnium tras su imputación, para dejar claro que no mantienen ninguna vinculación política con los responsables del proceso soberanista y que su labor es independiente.