Alicante se unió ayer al recuerdo a las víctimas de los atentados del pasado jueves en Cataluña atentados Cataluña con una concentración en la que se clamó contra el terrorismo, el odio y la intolerancia y se denunciaron los conflictos bélicos que someten a la población civil en todos los lugares del mundo. La convocatoria, realizada al inicio del paseo de la playa del Postiguet, reunió a unas 200 personas y estaba convocada por diversas organizaciones sociales, sindicatos y partidos políticos, desde las Marchas de la Dignidad y la Marea Blanca hasta EU, Podemos y Compromís, pasando por CC OO, UGT, CGT y el STEPV. La pancarta con el lema «Units contra el terrorisme i la intolerància. Som Barcelona» encabezaba el acto.

Al inicio de la concentración se corearon varias consignas como «Sense por, sense odi» -aludiendo al lema esgrimido de manera espontánea en la capital catalana-, «Alacant és Barcelona» y «Ni violencia ni intolerancia», entre otros. Después se guardó un minuto de silencio, antes de leer un manifiesto en el que los participantes quisieron hacer constar, antes que nada, que «hacemos nuestro el dolor de las víctimas y condenamos la intolerancia».

En el texto reivindicativo se aludió a los atentados que han sufrido en los últimos tiempos ciudades europeas como París, Londres o Bruselas, además de Barcelona, pero también la violencia diaria que se sufre en lugares como Siria o Irak. Esta lacra, se dijo, es «nacida del odio y la intolerancia», así como del «fanatismo religioso», y «sirve a quienes quieren sumir al mundo en una guerra permanente». Se trata de conflictos que «ni hemos creado ni nos benefician». Por ello, «frente al odio», se apostó por «la justicia y la libertad de los pueblos».

En la concentración, no obstante, llamó la atención la escasa presencia institucional. Los únicos cargos públicos presentes en la cita fueron los ediles de Guanyar Alacant Víctor Domínguez y Daniel Simón, además de la concejal de Compromís María José Espuch y la diputada de Podemos en el Congreso Rita Bosaho. No acudió nadie del PSOE, del PP ni de Ciudadanos.

Estos tres partidos, en cambio, sí estuvieron representados en la misa que por la mañana se celebró en la concatedral de San Nicolás, oficiada por el obispo de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, también en repulsa de los atentados en Cataluña y en homenaje a las víctimas. A la eucaristía acudieron la portavoz socialista, Eva Montesinos, quien estos días es alcaldesa accidental, además de los portavoces del PP y Ciudadanos, Luis Barcala y Yaneth Giraldo, respectivamente, y el concejal de la formación naranja Vicente Buades. En este acto, al contrario que en el de la tarde, fueron el resto de formaciones las que no hicieron acto de presencia.

Tras los atentados, el Obispado emitió un comunicado en el que señaló que toda la comunidad eclesiástica «hacía suyos los sufrimientos» de las víctimas de los atentados y se unía a su dolor. Además, pedía a los sacerdotes y a los fieles que a lo largo de estos días ofrecieran «eucaristías y oraciones por el eterno descanso» de los fallecidos, así como por «el consuelo de sus familiares y la pronta recuperación de los heridos». También se animaba a toda aquella persona que quisiera a asistir a la misa que se celebraría el domingo. Numerosos fieles secundaron la llamada del obispo y acudieron ayer a mediodía a la concatedral de San Nicolás, mostrando con ello su solidaridad hacia las víctimas de los atentados.