El ex director general de la Policía Ignacio Cosidó ha dejado claro que "no se puede hablar de tramas" en el seno del cuerpo, sobre el que ha dicho "con rotundidad" que es una institución "limpia" y que está "muy por encima del vaivén" de quien gobierne en España.

"Tenemos una de la policías con un nivel de limpieza mayor en la comunidad internacional", ha subrayado Cosidó en su comparecencia ante la comisión parlamentaria que investiga el uso partidista de la Policía contra dirigentes soberanistas catalanes en la época en la que el ahora senador estaba al frente de este cuerpo.

Después de una primera intervención de quince minutos en los que ha repasado los éxitos policiales de los últimos años -ha desgranado cifras de detenidos en corrupción, terrorismo, trata de seres humanos, entre otros-, Cosidó ha revelado que mantuvo una relación "básicamente jerárquica" con el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz.

No tuvo "ningún despacho" con el excomisario José Manuel Villarejo, uno de los mandos jubilados a los que se atribuye su participación en la denominada "policía política", como tampoco conocía la reunión que el extitular de Interior mantuvo con el exdirector de la Oficina Antifraude catalana Daniel de Alfonso.

Sobre esa conversación entre ambos en octubre de 2014, grabada y hecha pública en 2016, Cosidó ha admitido que se enteró de que esa reunión había existido cuando los medios de comunicación dieron cuenta de ello, si bien no pidió explicaciones a ningún subordinado, como el caso del exdirector adjunto operativo Eugenio Pino, que organizó el encuentro de ambos dirigentes.

Cosidó ha señalado que no ha escuchado en su totalidad las grabaciones, pero que suscribe "cien por cien" las conclusiones del informe encargado a la Policía Judicial que investigó lo sucedido, a pesar de que no logró esclarecer quién grabó al exministro.

Entre los portavoces de la oposición, el socialista Antonio Trevín ha dicho que daba la impresión de que Cosidó "ni ordenó ni supo nada" y, a lo sumo, "solo pasaba por ahí", por lo que le ha pedido que saliera de la "cómoda zona de sombra donde se refugió" desde que se conociera la supuesta creación de la policía política.

Uno de los momentos más tensos ha llegado con la intervención del diputado de ERC Gabriel Rufián, que, en una batería de diez preguntas, ha calificado a Cosidó de "gran fajador", en tanto que el compareciente ha negado la existencia de una Operación Cataluña.

"Niego muchas de las cosas que se publican. No son verdad oficial", ha enfatizado, antes de mostrar estar "profundamente orgulloso" por haber dirigido la Policía.

A preguntas del diputado de Podemos Rafael Mayoral, el ex director general del cuerpo entre diciembre de 2011 y noviembre de 2016 ha dicho que desconoce quién elaboró el llamado informe PISA (Pablo Iglesias Sociedad Anónima) y que cree al ministro sobre que en Interior no se grababan las conversaciones, salvo las que se mantenían en la sala de crisis.

Mayoral le ha entregado varios informes policiales sin firmas ni sellos oficiales, para demostrar que eran encargados para perjudicar a su formación.

Cosidó le ha recordado que entre sus funciones no estaba la de ordenar ninguna investigación a la policía judicial, pues eso es una competencia de jueces y fiscales, a la vez que ha demandado a Mayoral que no le pusiera "de tribunal grafológico".