El exdirectivo de Ferrovial Pedro Buenaventura, acusado en el caso del expolio del Palau, ha negado en el juicio en la Audiencia de Barcelona que la empresa obtuviera obras públicas en Cataluña a cambio de pagar presuntas comisiones a CDC a través de la institución musical.

"Rotundamente no", ha zanjado Buenaventura, a quien el fiscal le pide cuatro años y medio de cárcel por ser supuestamente la persona que envió cuantiosos fondos de la constructora a CDC a cambio de obra pública, como la Línea 9 de Metro y la Ciudad de la Justicia, donde se celebra el juicio.

Ha explicado que las reuniones que mantuvo con el expresidente del Palau, Fèlix Millet, fueron por las obras de remodelación del Palau y la construcción del Petit Palau por parte de Ferrovial y, sobre, niega qu a negado haber mantenido ninguna reunión, conversación, ni haber oído hablar de ellos: "Nunca los conocí".

El fiscal le ha mostrado dos correos electrónicos y fax de Millet dirigidos a él en los que le mencionaba una obra de un pabellón en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) que obtuvo Ferrovial y le pedía hablar del tema de obra pública, que él no ha recordado, asegurando que su empresa movía anualmente un presupuesto de 4.000 millones de euros: "No puedo acordarme, es imposible".

A preguntas de su abogado, Cristóbal Martell, ha concretado que "no conocía estos documentos antes de la causa judicial" y ha puntualizado que no llevan acuso de recibo.

Sobre una carta manuscrita -aportada por la nueva dirección del Palau a la causa- que lleva su firma en la que le pedía a Millet un esfuerzo ante una mesa de contratación, ha indicado que no puede asegurar que sea su firma y que tampoco recuerda un intercambio de documentación con él sobre posicionamiento de Ferrovial en concursos que nada tenían que ver con el Palau.

Sobre otro documento firmado por el director de zona de Cataluña de Ferrovial Rafael Puig-Pey en el que le comenta a Millet la posición de Ferrovial respecto a las adjudicaciones de la Generalitat a su empresa y pedía seguir trabajar conjuntamente, Buenaventura ha recordado que Puig-Pey comentó que Millet decía que tenía contactos que les podían ayudar, básicamente en el tema de privado, "a lo mejor también le dijo que podía tener contactos con la Generalitat".

Presiones de Millet

Ha admitido que Millet era muy insistente y "presionaba" para que Ferrovial aportara más a los convenios de patrocinio porque aseguraba que el Palau tenía déficit o necesidad de liquidez para promocionar sus conciertos y eventos.

Sobre una carta del expresidente de la institución pidiéndole que resolviera una problema por un pago porque estaban quedando muy mal al no poder atender "los compromisos que tenemos adquiridos y tú ya conoces", Buenaventura ha indicado que se trataba de temas de patrocinio y planificación de conciertos.

Ha justificado los 11 millones de euros que pagó Ferrovial al Palau de la Música entre 2001 y 2010 en materia de patrocinio por la importancia de la institución musical en Cataluña, la relevancia de eventos como el concierto inaugural y el hecho de que pudieran estar realizando una obra en un edificio patrimonio de la Humanidad.

"Tener en catálogo una obra como el Palau te abre miles de puertas de otros edificios emblemáticos", ha aseverado, además de explicar que como miembro de honor tenían acceso a salas del Palau para reuniones, paquetes de entradas para los recitales y visitas para poder llevar a clientes.

Ha explicado que el patrocinio de Ferrovial en el Palau empezó en 1992 -él entró de director en Cataluña en 1997- y que se centraba en ser miembro de honor (unos 80.000 euros), concierto inaugural y el ciclo de conciertos 'Palau 100', y que esos patrocinios dependían del director de zona y el importe dependía de los conciertos de ese año.

Ha indicado que la evolución de la obra realizada por Ferrovial en Cataluña con los patrocinios del Palau no tienen relación "en absoluto".

"Nos llamaron de Convergència y nos dijeron: factura aquí"

Por su parte, el exconsejero delegado de la empresa de publicidad Altraforma Miguel Giménez Salinas ha explicado en el juicio que CDC les llamó para que facturaran al Palau de la Música por trabajos que su firma en realidad había hecho para el partido.

"Nos llamaron de Convergència y nos dijeron: factura aquí este concepto", ha explicado este viernes en su declaración como acusado en el juicio del caso Palau, y ha justificado que en su empresa aceptaron falsear estas facturas --de los años 2006 y 2007-- porque lo que querían era cobrar.

A preguntas del fiscal anticorrupción Emilio Sánchez Ulled, este directivo ha explicado que enviaron por correo al Palau de la Música estas facturas por trabajo a Convergència y que, por parte de la institución cultural, nadie se quejó de tener que pagar facturas del partido político.

Giménez Salinas ha explicado que no sabe quién fue el cargo de CDC que les dio estas indicaciones porque de las gestiones concretas se encargaba la directora financiera de la empresa, que ya ha fallecido.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, Altraforma facturó mendazmente al Palau un total de 190.778 euros: en 2006 por un importe de 60.000 euros y en 2007 otras dos facturas por valor de 69.298 y 61.480 euros.