El activista vasco Mikel Zuloaga y la navarra Begoña Huarte, acusados en Grecia de facilitar la inmigración ilegal al intentar transportar a ocho refugiados desde Grecia a Italia, han quedado este viernes en libertad bajo fianza.

La jueza que ha instruido el caso les ha impuesto a cada uno de ellos una fianza de 2.000 euros, un plazo de pago de doce días, y la prohibición de abandonar Grecia mientras no hayan abonado la citada cuantía.

Fuentes de la defensa señalaron a Efe que la jueza aprobó su puesta en libertad al no ver que existía riesgo de fuga, pues en su declaración ante el tribunal ambos dejaron claro que su intención es precisamente poder comparecer para hacer pública su causa.

En un vídeo grabado para el caso de una eventual detención, Zuloaga y Huarte habían recalcado que la intención de esta acción de "desobediencia civil" era efectuar una denuncia política contra las políticas europeas hacia los refugiados.

En el vídeo, Zuloaga y Huarte reconocieron públicamente la "ilegalidad" de su acción y manifestaron que asumen las consecuencias de la iniciativa.

Ante los juzgados de Igumenitsa activistas griegos, así como voluntarios españoles que colaboran en campamentos de refugiados cercanos se habían concentrado para manifestarles su apoyo y condenar las políticas de Europa hacia los refugiados.

Al abandonar los juzgados Zuloaga ha agradecido a los presentes el apoyo brindado pero ha añadido que "ahora queremos salir del foco, porque lo importante son los refugiados".

Huarte, por su parte, ha afirmado que aunque en esta ocasión la acción no ha salido bien, "lo volveremos a hacer".

En declaraciones a la cadena de televisión venezolana TeleSUR, el único medio presente en el lugar, ambos se han mostrado satisfechos con el impacto de su acción que, dijeron, no habría sido necesaria si el Gobierno español cumpliera sus compromisos respecto a la acogida de refugiados.

Por ahora se desconoce la fecha en la que se celebrará el juicio, en el que además de afrontar la acusación de facilitar la inmigración ilegal, deberán responder por imprudencia grave para la integridad de los refugiados, al llevarlos escondidos en un espacio reducido.

Zuloaga y Huarte fueron detenidos el pasado martes por la noche en el puerto de Igumenitsa (noroeste de Grecia) cuando se disponían con una autocaravana a subir a un ferry hacia Italia.

En el vehículo llevaban ocultos a ocho refugiados que pretendían llevar al País Vasco.

En la vista de este viernes compareció como testigo uno de los ocho refugiados, un iraní, quien explicó a la citada cadena de televisión que en el juzgado había dejado claro que en ningún momento se sintió en peligro, porque la ventilación del habitáculo en el que iban a ser transportados era buena.

De los ocho refugiados que iban a viajar con los activistas, seis, todos ellos solicitantes de asilo, quedaron en libertad inmediatamente al no considerarse que cometieron delito.

Los restantes dos, paquistaníes que no habían tramitado su petición, previsiblemente quedarán en libertad en breve, una vez hayan gestionado su solicitud, señalaron fuentes de la defensa.