El cooperante español del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) desaparecido desde el pasado lunes en el norte de Afganistán fue capturado por una conocida banda criminal dedicada al secuestro y cuyo objetivo suele ser el de recibir un rescate, informó hoy a Efe la policía afgana.

"Nuestra información más reciente obtenida por (los servicios de) Inteligencia muestra que el cooperante español está en cautividad del líder de una de las bandas armadas más grandes dedicadas a los secuestros, Haji Fateh", dijo a Efe el portavoz de la Policía de la zona del noreste del país, Mahfuzullah Akbari.

La organización criminal, que opera en la provincia de Kunduz, ha estado relacionada con otros casos de secuestro, asesinato y robo a mano armada y su cabecilla fue recientemente liberado tras haber permanecido en prisión por un robo, añadió.

Por su parte, el portavoz de la Policía de Kunduz, Hijratullah Akbari, señaló que las fuerzas de seguridad están convencidas de que existe una motivación económica tras el secuestro del trabajador de Cruz Roja: "Estamos seguros de que su único objetivo es recibir dinero", dijo.

La fuente detalló que las autoridades ya estaban tras la pista de la banda criminal antes de que se produjese este último incidente, pero no han sido detenidos debido a que se encuentran en zonas "fuera del control de la policía".

Según fuentes gubernamentales consultadas por Efe, en la proovincia de Kunduz, al norte del país, operan cientos de grupos criminales relacionados con robos, asesinatos y secuestros y que en ocasiones combaten en favor de los talibanes y en otras apoyan a las fuerzas de seguridad del Gobierno afgano.

La organización liderada por Fateh se encuentra entre estos grupos criminales y varias veces ha luchado contra los insurgentes respaldando al Gobierno afgano, aunque "nunca ha sido honesto para obedecer el estado de derecho", contó a Efe el parlamentario de Kunduz Abdul Wadoud Payman.

La CICR confirmó el lunes que varios cooperantes de la organización fueron interceptados cuando viajaban en dos coches por la autopista que une las ciudades norteñas de Kunduz y Mazar-e-Sharif, pero que solo uno de ellos fue capturado.

Las autoridades afganas señalaron que los captores trasladaron hace unos días al cooperante español a un distrito altamente inseguro controlado por los insurgentes.

El pasado febrero, cinco empleados afganos del Comité fueron secuestrados en la provincia de Ghazni, en el este del país, y liberados poco tiempo después.

Los secuestros son comunes en Afganistán y los empleados de organizaciones humanitarias son a menudo objetivo de este tipo de acciones, en muchos ocasiones destinadas a obtener un rescate.