El presidente catalán, Carles Puigdemont, ha dicho este martes que es "ofensivo" pensar que la situación en Cataluña "se arregla con una versión 2.0 del Pacto del Majestic" -suscrito por CiU y PP en 1996- y ha avisado de que el proceso soberanista no se parará por un "simulacro de operación de diálogo".

Puigdemont ha intervenido en la presentación del libro del politólogo Ramón Cotarelo 'La República Catalana' (Editorial Ara Llibres), en el que el autor expone el origen, presente y posible futuro del proceso soberanista catalán y aporta argumentos jurídicos, políticos, históricos y económicos.

En el acto, celebrado en el teatro Romea, el presidente catalán no ha hecho alusión a las detenciones de independentistas este ni a la protesta de parlamentarios de la CUP rompiendo imágenes del Rey en una rueda de prensa en el Parlament.

En cambio ha dicho a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que "quien le habla de independencia es un pueblo -el catalán- y ella debería escuchar".

"Reducirlo de forma absurda a una obsesión de un gobierno -catalán- no solo es no querer entender nada, sino que es pedalear en la dirección opuesta", ha advertido.

En todo caso, Puigdemont ha avisado de que Cataluña tiene "conciencia de soberanía desde hace años", por lo que el proceso soberanista "no se va a parar por un simulacro de operación de diálogo" desde Moncloa.

Ha advertido, asimismo, de que el diálogo "puede ser una obra de teatro" si el interlocutor no deja que "fluya" porque se niega a hablar de un asunto como el referéndum: "Entonces no es un diálogo, es una operación", ha añadido.

De esta operación, ha proseguido, "no hay nada más que lo que se publica; una serie de anuncios aparentemente bienintencionados, caras sonrientes, despachos en Barcelona -en alusión al de la vicepresidenta- y cero reuniones con la Generalitat".

Puigdemont ha señalado que si el Estado quiere "formar parte de la solución" tiene que abandonar el "menosprecio y la declaración unilateral de negación" para "entrar a jugar en la arena política".

Pero el presidente catalán ha advertido: "Quien se piensa que esto va de cuatro duros, de la reforma del modelo de financiación o de un tercer plan de Cercanías es que no ha entendido nada".

Pese a las críticas, Puigdemont ha afirmado que el diálogo está "en los primeros tanteos" y que de momento aplica "el beneficio de la duda": "Quizás el diálogo es tan potente que nos dejará sorprendidos", ha ironizado.

Por su parte, Cotarelo ha subrayado que "la nación catalana está huérfana de Estado y reclama uno propio" para desarrollar de forma "eficaz todo lo que el español no ha sido capaz de hacer".

Ha esgrimido que "la nación catalana" tiene "instituciones de hace mil años" y "en sí misma es un poder constituyente", por lo que tiene una "legitimidad" para constituirse como Estado que es "anterior a la legalidad" que esgrime el Gobierno central para negar el referéndum.

En este sentido, el académico ha denunciado que el Gobierno del PP plantea un "diálogo imposible" porque se fundamenta en la "negación" de la "nación catalana" y de su derecho a decidir.