El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha asegurado este martes que "no se plantea dimitir", tampoco en el caso de que el Comité Federal rechace el próximo sábado su propuesta de celebrar un congreso a principios de diciembre después de las primarias en octubre.

"Por supuesto que no", ha subrayado Sánchez para trasladar a los barones críticos de su partido que está dispuesto a dar la batalla hasta el final.

En declaraciones en la Cadena SER, ha afirmado que con la celebración del congreso, está asumiendo su "responsabilidad política" y ha emplazado a los críticos a que si rechazan la asamblea, digan "qué propuesta tienen y qué solución dan".

Dirigiéndose a sus detractores, les ha preguntado "por qué se llama reflexión a lo que quieren decir abstención" como vía para desbloquear el escenario político.

"Cómo líder del PSOE, lo que no se puede hacer es que se me intente imponer una decisión que no comparto para administrarla", ha remarcado Sánchez para justificar su postura contraria a facilitar el gobierno a Rajoy.

El secretario general ha lamentado que "la pluralidad de voces" que ha habido en los últimos cuatro años en el seno del PSOE "ha trasladado la sensación o la certeza a la opinión pública de que no hay una autoridad, una única voz".

Sánchez, que ha reconocido que es "evidente" que no tiene buena relación con ninguno de los presidentes autonómicos de su partido -a excepción de la balear Francina Armengol-, ni con los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, ni con quienes se disputaron el 38 Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón, ha insistido en que deben hablar los militantes para solucionar el debate de "fondo" que, a su juicio, atraviesa el PSOE.

Así, ha insistido en los argumentos que expuso este lunes para defender la celebración de ese cónclave y ha recalcado que las "discrepancias de voces" en el seno del partido son precisamente "uno de los elementos" que han llevado al PSOE a tener "malos resultados" desde hace cuatro años.

Gobierno alternativo

Sánchez ha advertido de que sin el respaldo de todo su partido no será posible un Gobierno alternativo al de Mariano Rajoy. "Sin todo el partido detrás difícilmente se podrá lograr un gobierno alternativo", ha señalado.

El líder socialista ha criticado además a los barones que pretenden que se deje gobernar a Rajoy. "Lo que es mala solución es que desde la izquierda se trate de indultar a Rajoy", ha apuntado.

Sánchez reaccionó ayer ante la presión de los barones críticos, tras las elecciones vascas y gallegas, con la propuesta de un Congreso Federal en diciembre, y les retó a competir en las primarias que se celebrarían en octubre para que puedan defender la abstención en favor de Mariano Rajoy.

Hablará con el PDC

El secretario general del PSOE ha asegurado además que "hablará" con los nacionalistas catalanes en el marco de la búsqueda de un "gobierno alternativo" al de Rajoy y se ha preguntado "qué ofrecen para Cataluña" los dirigentes de su partido que censuran esa opción.

A su juicio, "lo no puede ser es que no se critique a Rajoy por pactar con los nacionalistas la Mesa del Congreso y aspirar a que Rajoy pacte con los nacionalistas, pero no dejar que el PSOE hable con ellos".

Tras preguntar "a los que dicen que no se puede hablar con los nacionalistas si lo que creen es que tenemos que apoyar también los presupuestos de Rajoy", Sánchez ha abogado por un "planteamiento alternativo" al del presidente en funciones que resuelva la crisis de Cataluña.

Convencido de que al PP le "conviene" electoralmente el "enfrentamiento" con los catalanes, ha argumentado que la "inacción" del Gobierno de Rajoy con el conflicto soberanista es otro de los motivos por los que el PSOE no puede facilitar su continuidad con una abstención.

Sobre la propuesta de referéndum que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, anunció que presentaría mañana durante su cuestión de confianza en el parlamento catalán, Sánchez ha señalado que "no cambia" su hoja de ruta, sino que precisamente "pone encima de la mesa la urgencia de abordar la cuestión catalana", de la que -ha apuntado- en Madrid "se habla poco".

Por otro lado, ha sospechado que la decisión de dejar de dar apoyo al Gobierno del socialista Emiliano García-Page responde al debate interno abierto en Podemos respecto a su relación con el PSOE a escala nacional.

"Lo que demuestra son debilidades y contradicciones de un partido que se llama Podemos y su debate interno que tiene en su relación con el PSOE", ha reflexionado el secretario general en declaraciones en la Cadena SER.