El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, mantendrán su primera reunión con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, el miércoles 20 de abril, un encuentro en el que el dirigente catalán pretende abordar el proceso soberanista, si bien aún se negocia su contenido.

"Escucharé a Puigdemont, como a todos los presidentes de comunidades autónomas, sin orden del día fijado y, como siempre, abierto a escuchar", ha escrito el jefe del Gobierno en Twitter.

De esta manera, Puigdemont, tras sus reuniones en el Palau de la Generalitat con los líderes del PSOE, Pedro Sánchez, Podemos, Pablo Iglesias, y hoy mismo con el de Ciudadanos, Albert Rivera, se desplazará al Palacio de la Moncloa el próximo 20 de abril para ser recibido por el máximo dirigente del PP y presidente del Gobierno en funciones.

Tras semanas de apelaciones al diálogo desde Moncloa y la Generalitat, el director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, Jorge Moragas, recibió hace unos días un correo electrónico del director de la Oficina del Presidente de la Generalitat, Josep Rius, proponiendo esa reunión, que se ha concretado para las 17:30 horas del miércoles de la próxima semana.

Antes del anuncio, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, había explicado hoy mismo que el Ejecutivo y la Generalitat estaban "tratando de cuadrar las agendas" de Rajoy y Puigdemont para fijar la fecha de la entrevista y su contenido.

Por su parte, la consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Neus Munté, había asegurado también que Generalitat y Moncloa ya tenían algunas fechas "identificadas" que esperaban cerrar pronto.

Tras fijar finalmente la fecha, fuentes de la Generalitat han indicado a Efe que los gabinetes de Mariano Rajoy y Carles Puigdemont están negociando los temas a tratar en la reunión.

En el marco de esta negociación, Puigdemont desea abordar con Rajoy, según las mismas fuentes, cuatro grandes ejes, entre ellos la relación entre Cataluña y el resto de España en el marco de la hoja de ruta soberanista a partir del resultado de las urnas de las elecciones catalanas del 27S, con mayoría independentista.

El presidente catalán desearía hablar también de reivindicaciones como el reparto de los límites de déficit para evitar más recortes, el conflicto por la suspensión de las medidas de la Generalitat ante la pobreza energética o el modelo de financiación autonómica.

El tercer bloque hace referencia a la petición de cumplimiento por parte del Estado del Estatut, como la inversión derivada de la disposición adicional tercera o de las sentencias sobre conflictos de competencias que han sido favorables a la Generalitat.

En este contexto, Puigdemont plantea trasladar a Rajoy su petición de "desjudicializar" la relación política entre la Generalitat y el Gobierno, ante las reiteradas batallas legales que han acabado en numerosas ocasiones en el Tribunal Constitucional.

Será la primera reunión entre ambos desde que Puigdemont tomó posesión como presidente de la Generalitat el pasado 12 de enero tras el acuerdo al que llegaron Junts pel Sí y la CUP poco antes de que concluyera el plazo límite para convocar unas nuevas elecciones en Cataluña y que descabalgó a Artur Mas.

Los dos presidentes coincidieron el pasado 23 de marzo en El Prat (Barcelona) en el homenaje a las víctimas del avión de Germanwings y mantuvieron una breve conversación en la que quedaron en verse próximamente.

Públicamente, Rajoy y Puigdemont habían manifestado la voluntad de celebrar una reunión, sin concreciones y sin que nadie acabara de dar el paso para hacerlo posible.

El presidente catalán declinó inicialmente tomar la iniciativa, alegando que Rajoy es un presidente en funciones que ni tan solo le había llamado para felicitarle por su toma de posesión cono jefe del ejecutivo catalán.

Sin embargo, la Generalitat, a través de la consellera y portavoz Neus Munté, anunció el pasado martes la iniciativa de la Generalitat para concertar una reunión entre Rajoy y Puigdemont.

Munté rechazó que este movimiento pudiera interpretarse que el presidente catalán había dado marcha atrás al querer ver ahora al jefe del Ejecutivo en funciones.