El veto decidido ayer por la CUP a la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat ha dejado herido de muerte el proceso soberanista catalán y aboca a un incierto nuevo escenario en el que la convocatoria de nuevas elecciones se perfilan como prácticamente invevitable.

En su comparecencia pública de ayer, los líderes de la CUP instaron a Junts pel Sí (JxS) a "mover ficha" y presentar un candidato alternativo, pero desde la coalición liderada por CDC y ERC ya han manifestado que no contemplan esta posibilidad.

El rechazo de la CUP a investir a Mas provoca que si el día 10 de enero como máximo no hay un nuevo presidente de la Generalitat investido por el Parlament, este último quedará disuelto automáticamente y el líder convergente tendrá que especificar de forma inmediata en un decreto la fecha de unas nuevas elecciones catalanas, que se celebrarían entre finales de febrero y el 6 de marzo, opción esta última que parece la más probable.

Agencia ATLAS

Según reza la ley de la Presidencia de la Generalitat y del Govern, en su apartado dedicado a la elección del president, "si una vez transcurridos dos meses desde la primera votación de investidura -10 de enero- ningún candidato ha sido elegido, la legislatura queda disuelta automáticamente y el presidente de la Generalitat en funciones convoca elecciones de manera inmediata, que han de tener lugar entre 40 y 60 días después de la convocatoria".

Dirigentes de CDC indicaron ayer que "no hay candidato alternativo" a Artur Mas para ser investido presidente de la Generalitat, por lo que la eventualidad de que Cataluña vaya de nuevo a elecciones anticipadas supone una posibilidad muy real.

Desde el espacio soberanista, el presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sánchez, ha dicho que se arrepiente de que la entidad pidiera el voto para cualquier opción independentista el 27S y ahora pide perdón a los que "se sienten engañados", después de que la CUP haya decidido no apoyar a Mas.

Por su parte, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, en la misma red ha indicado: "siempre he pensado que al final la CUP ayudaría a hacer realidad el mandato democrático del 27S. No ha sido así. Me equivoqué y mucho".

La diputada del PPC y vicesecretaria general de estudios y programas del PP, Andrea Levy, ha considerado, por su parte, que "las elecciones son el mal menor" y que ha llegado el momento "de pasar página" en Cataluña puesto que unas nuevas catalanas "no deberían verse en una segunda vuelta de un supuesto plebiscito".

Desde el PSC, su portavoz, Esther Niubó, ha dicho que su partido respeta los métodos asamblearios de la CUP y ha aseverado que el único responsable de "la parálisis del Govern y de los tres meses que se han perdido desde las elecciones de septiembre no es la CUP, es el president Artur Mas", una idea en la que ha coincidido el líder de Catalunya Sí que es Pot (ICV y Podemos), Lluís Rabell.

Reuniones este lunes del bloque soberanista

Así las cosas, las direcciones de CDC y de ERC --socios mayoritarios de la coalición JxSí-- se reunirán este lunes por separado para abordar la decisión tomada este domingo por la CUP de decir 'no' a la investidura de Artur Mas como próximo presidente de la Generalitat.

Por la mañana también se deben reunir la Mesa del Parlament (10.00) y la Junta de Portavoces de la Cámara (10.30), aunque previsiblemente no servirán para convocar un pleno de investidura.

El partido que lidera Oriol Junqueras tiene previsto celebrar una reunión de su Ejecutiva Nacional este lunes por la tarde en su sede de Barcelona, donde deberán aclarar si mantienen lo que han defendido hasta ahora, que es que la presidencia de Mas era innegociable.

En la misma línea, fuentes de CDC han explicado que también está prevista para este lunes una reunión de alguno de los órganos del partido, donde también abordarán la negativa de los anticapitalistas a investir al ahora presidente en funciones, Artur Mas.