"Conseguimos cerrar el búnker, estamos bien físicamente, pero fueron 12 horas de ráfagas, asaltos y granadas sobre nosotros". Esta frase corresponde a uno de los agentes encargados de la seguridad de la embajada española en Kabul, atacada ayer por talibanes en un atentado en el que murieron dos policías.

Así lo resalta el sindicato Unión Federal de Policía (UFP) en un comunicado, en que recoge el relato de uno de los policías españoles que vivieron el ataque en que murieron sus compañeros Isidro Gabino San Martín y Jorge García Tudela.

"A mi subi (subinspector) lo asesinaron el primero cuando entraron en el edificio, su habitación está en la planta 0. Al oír las primeras ráfagas desde el búnker donde están nuestras habitaciones, cogimos las armas y cerramos la puerta", añade el agente.

"La otra puerta de escape quedó dañaba de la onda expansiva y no la podíamos cerrar, así que no era seguro el sitio. Gabi (Gabino) salió con otro compañero a ver si encontraba al subi (subinspector) porque no nos contestaba y le dieron creo que desde la azotea, donde ya se habían colocado para disparar a todo el que vieran", continúa.

Y concluye: "Todo arrasado, calculado entró el coche bomba y al minuto los terroristas asaltaron la embajada".

La UFP traslada en un comunicado estas manifestaciones, en el que manifiesta su reconocimiento a los dos fallecidos y a sus familias y "a tantos otros que día a día prestan servicio en lugares de conflicto y guerra".

"El objetivo era la sede"

Para la UFP, el objetivo del atentado era "claramente" la sede diplomática española.

"Que sepamos, el edificio atacado fue el nuestro y los muertos nuestros. ¿Por qué se empeñan en decir que no era un ataque contra nuestra embajada?, se pregunta el sindicato.

Además, denuncia la situación "casi cómica" de la legación española en Kabul, y que la embajada la conforman tres casas contiguas conectadas con un patio común y situadas a tan sólo unos diez metros del muro que las separa de la calle.

Una de las casas se usa como embajada y consulado propiamente dicho, y la otra, como residencia del personal diplomático español.

"La cercanía entre las dos casas y la calle es tal que algunas de sus terrazas tocan casi con el muro exterior del recinto, sin ningún tipo de distancia de seguridad. Eso hace que puedan ser fácilmente atacadas desde el exterior con un simple cóctel molotov o granada", subraya.

E indica que la que era la puerta principal está "tapiada", por lo que "se entra y se sale por una puerta lateral protegida por un portón de 'chapa', sin ningún tipo de protección o blindaje".

La puerta, añade, se abría "por medio de un motor eléctrico", pero desde que se rompió ha¡ce meses, "el policía tenía que bajarse del vehículo y mientras lo empujaba con la espalda, seguía apuntando con el arma".

A esa entrada se accedía por una calle lateral a la embajada que "no estaba asfaltada" y se encontraba "en muy mal estado", lo que impedía a los vehículos circular a una velocidad superior a 20 ó 30 kilómetros por hora.

Sorprendidos por un tiroteo

En un momento del asalto el agente Isidro Gabino San Martín y otro compañero policía salieron en busca del subinspector Jorge García Tudela, al que no habían logrado localizar. Al abandonar el lugar seguro y salir al exterior fueron sorprendidos por un tiroteo. Las primeras hipótesis que baraja la Policía son que el agente fue alcanzado por disparos procedentes de una azotea. El otro agente que acompañaba a Isidro Gabino tuvo tiempo para retroceder y ponerse de nuevo a salvo.

Isidro Gabino San Martín resultó herido en el tiroteo y quedó tendido en el suelo. Fue evacuado por un policía de la Embajada española, que en el momento del asalto talibán se encontraba llevando en coche al aeropuerto a una mujer, personal de la Embajada, siempre según las mismas fuentes.

Al llegar al recinto diplomático se encontró con la situación de asedio y pudo acceder hasta el lugar en el que se encontraba su compañero herido y logró evacuarle e introducirlo en el vehículo con el que emprendió camino hasta un centro hospitalario. En ese trayecto el agente falleció.