El ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, relevará a Arantza Quiroga en la Presidencia del PP vasco, según ha anunciado hoy la secretaria general del partido, Nerea Llanos, quien ha explicado que es el candidato "consensuado" tras el acuerdo alcanzado este jueves entre los dirigentes del partido en Euskadi, reunidos en el Parlamento Vasco.

Alonso, que compatibilizará la Presidencia del PP con el Ministerio, ha dedicado sus primeras palabras tras su nominación a agradecer la "confianza" que han depositado en él sus compañeros de partido y la "rapidez" con la que se ha llegado a un acuerdo tras la dimisión de Quiroga.

Alonso, que será nombrado formalmente este viernes por la Junta Directiva del PP de Euskadi, ha anunciado que asume el cargo "con mucha ilusión" y ha ensalzado el papel "siempre valiente y dando la cara" que ha jugado durante esta crisis del partido Nerea Llanos, con quien seguirá contando como secretaria general.

Alonso, cuya candidatura ya ha sido comunicada a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha comparecido ante numerosos medios de comunicación que se han congregado este jueves en la Cámara vasca, donde se ha reunido la cúpula del PP para buscar un relevo para Quiroga.

El ministro ha llegado al Parlamento pasadas las doce del mediodía y unas dos horas después el PP ya ha anunciado que será el encargado de liderar esta formación en Euskadi a partir de ahora, a falta de la ratificación oficial de mañana.

Alonso ha reconocido que ha sido un día "importante" y que ahora "toca ponerse a trabajar, afianzar el proyecto y estar unidos". Ha señalado que los populares tienen "muchos retos por delante" pero que la "prioridad" son las elecciones generales del próximo 20 de diciembre.

"Este partido tiene que sumar y contribuir a un proyecto nacional para que podamos volver a situar a Mariano Rajoy al frente de la Presidencia del Gobierno", ha dicho.

También ha dicho que quiere un partido que "apueste por el diálogo, el encuentro, el entendimiento y la convivencia", pero siempre desde "la defensa" de la trayectoria del PP. "Buscaremos el entendimiento y diálogo con otras fuerzas políticas para aportar siempre en positivo", ha añadido.

Ha incidido en que existe "confianza, proyecto, personas y trabajo" en el PP de Euskadi y ha asegurado que pondrá toda su "implicación" para "hacer más fuerte" al partido y dar "cabida a todas las expresiones".

El futuro presidente del PP vasco compatibilizará este cargo con el de ministro de Sanidad, algo en lo que no será "pionero" porque el titular de Industria, Jose Manuel Soria, dirige también el PP de Canarias. En cualquier caso no seguirá al frente de la Presidencia del partido en Álava, aunque los populares aún no han informado sobre quién ocupará este cargo.

Alonso ha puesto en valor los "activos" que hay en el PP vasco y ha destacado especialmente el papel de los alaveses Javier Maroto, vicesecretario sectorial del PP y exalcalde de Vitoria, y Javier Andrés, ex diputado general de Álava, que son dos "auténticas referencias".

Ha animado a sacar el partido "a la calle", a hacer "un trabajo de organización, de unidad y de creer en las personas que hay dentro" de la formación política.

El ministro más "político"

Alonso vuelve al País Vasco como presidente de un partido que, pese a ser el ministro de Sanidad -el de perfil más político del Gobierno- y haber sido portavoz de su partido en el Congreso de los Diputados, nunca ha abandonado.

Así lo prueba el enfrentamiento que tuvo con Arantza Quiroga, a la que sustituirá a partir de este viernes, después de que la dimitida presidenta del PP vasco decidiera prescindir del anterior secretario general, Iñaki Oyarzábal, para sustituirlo por una persona de su confianza, Nerea Llanos.

Alavés y vitoriano militante de la quinta de 1967, Alonso no pierde la ocasión de hacer gala de su origen vasco, de su carácter franco, sin eufemismos, alejado de la dialéctica de salón.

Es un político sin pelos en la lengua, de oratoria directa y en ocasiones vehemente, no es de los que se achican en los debates frente a frente, y así lo demostró en los tres años en los que fue portavoz del PP en el Congreso de los Diputados.

Fue la voz del PP para explicar las políticas más duras del Ejecutivo en plena crisis económica y, pese a la mayoría absoluta de la que disfruta su partido, el que buscaba el acuerdo de la oposición con la que mantuvo buenas relaciones.

Y además es alavés. Y alardea del sentido común, la sensatez y la moderación que caracteriza a los alaveses.

Alcalde de Vitoria de 1999 a 2007, tuvo que sobrevivir, como otros muchos políticos vascos, con la amenaza de ETA, en un momento especialmente duro y en un ambiente francamente hostil.

Como primer edil de la ciudad no dudó en enfrentarse con la palabra al silencio impuesto desde hacía lustros por ETA y su diferentes marcas políticas.

El horror del terrorismo lo conoció desde pequeño. En alguna ocasión ha recordado como con doce años, camino de su colegio de los Marianistas de Vitoria, presenció horrorizado el asesinato de Jesús Velasco Zuazola, el entonces responsable de la Policía Foral de Álava.

Su compromiso político le llega por vía materna. Su abuelo Manuel Aranegui, fue diputado general de Álava y defendió el Concierto Económico en plena dictadura franquista.

Pero la clave de ese compromiso le llegó con el asesinato de Gregorio Ordóñez, un referente en el PP del País Vasco, y modelo para jóvenes militantes.Alcalde y diputado

Alonso simultaneó durante un tiempo la alcaldía y el escaño en el Congreso, para dedicarse por completo a la Cámara baja a partir de 2008.

En esa segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero fue portavoz adjunto del grupo parlamentario y "mano derecha" de Soraya Sáenz de Santamaría, que por entonces dirigía la bancada popular.

Con la llegada del PP a la Moncloa, Rajoy volvió a contar con él, esta vez para defender las políticas del Gobierno en el Congreso.

Habitual en las quinielas de "ministrables" y experto en apagar los "incendios" del PP, Alonso llegó al Gobierno para, precisamente, sustituir a una de las ministras más cuestionadas, Ana Mato.

A su llegada al Ministerio, el pasado 3 de diciembre, se comprometió a continuar con la reforma sanitaria de Mato para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, aunque dio marcha atrás en una de las medidas más controvertidas como la retirada de la tarjeta sanitaria a los inmigrantes.

Como ministro, tuvo que hacer frente a la crisis de la hepatitis C y logró aprobar un plan estratégico para el abordaje de esta enfermedad que acalló las protestas de los afectados y terminó con los encierros en los hospitales.

Durante los diez meses que Alonso lleva al frente de Sanidad, se ha dado luz verde a asuntos que llevaban tiempo enquistados como la reforma de la Ley del Aborto, el Plan de la Infancia o el de la lucha contra la trata de mujeres y niñas.

Casado y con cuatro hijos, Alonso es licenciado en Derecho y en Filología Románica y ejerció como abogado antes de entrar en política.