El Partido Popular ha insistido hoy en no extrapolar los resultados obtenidos en Cataluña al resto del país y se ha arrogado ser el voto útil para las próximas elecciones generales, aunque admita que el voto útil contra el independentismo ayer se concentrase en Ciudadanos.

Ésa ha sido la principal conclusión de los populares en su análisis de los resultados durante el Comité Ejecutivo Nacional del PP que ha presidido esta tarde el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, y en el que el partido ha hecho también otra advertencia: la de que los soberanistas demoren la formación de gobierno a la espera de lo que ocurra en las generales.

En palabras de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, los independentistas y "radicales" podrían tener la "tentación" de alargar el proceso de constitución del Govern a la espera de que las generales pudieran dar como resultado un Gobierno central "débil" que "no tenga la fortaleza suficiente" para frenarlos y hacerles cumplir la ley.

Algo que no ocurrirá, ha subrayado, si el PP se mantiene en el Ejecutivo, porque es "el único" que puede garantizar el cumplimiento de la ley, la unidad de España, la soberanía nacional y la solidaridad entre comunidades autónomas, así como también es el único que puede garantizar que se mantenga la recuperación económica, ha dicho.

Ha admitido Cospedal que en estos comicios el PP no ha obtenido los escaños que quería, y que para buena parte de los electores no independentistas el "voto útil" para frenar el proceso soberanista ha sido Ciudadanos.

Eso sí, ha atribuido buena parte de la movilización de los contrarios a la ruptura al esfuerzo que han hecho tanto el PP como el Gobierno de Mariano Rajoy en esta campaña, aunque al final los votos hayan ido a otras opciones.

Además ha asegurado que para su partido es más importante haber conseguido que haya más votos no independentistas que haber obtenido un mejor resultado para el PPC.

En este sentido ha dicho que el PP "se siente satisfecho" con este resultado "bueno para Cataluña y para España".

Cosa distinta, ha insistido Cospedal, son las generales, y en este caso ha subrayado que el "voto útil" para España es el que se dirija al PP.

Ha rechazado asimismo que el partido tenga ahora que cambiar de estrategia para las elecciones generales, porque es la misma que ha tenido en Cataluña, la de "decir la verdad".

La secretaria general -que no comparecía en rueda de prensa en la sede nacional desde el pasado 21 de enero- ha considerado evidente que la situación de inestabilidad en Cataluña es "hoy todavía mayor" que la que ha habido en los últimos cinco años y se han abierto incógnitas sobre quién será el próximo presidente de la Generalitat.

Y en cuanto al actual, Artur Mas, Cospedal ha considerado la legitimidad del presidente de la Generalitat para entablar cualquier tipo de diálogo con el Gobierno está "en entredicho", además de recordar que para el Ejecutivo de Rajoy dicho diálogo sigue teniendo las mismas líneas rojas, que pasan por el cumplimiento de la ley y el mantenimiento de la unidad de España.

La secretaria general también ha insistido, en línea con lo dicho por Rajoy este mediodía, en que los independentistas han perdido el plebiscito que planteaban, y ha recalcado que lo importante para el PP, el partido que sustenta el Gobierno, era demostrar la pluralidad de la sociedad catalana.

Durante el Comité, según fuentes presentes en la reunión, Mariano Rajoy ha subrayado que el verdadero rival del PP sigue siendo el PSOE.

Y en cuanto a Ciudadanos, Rajoy ha atribuido su fuerte ascenso en Cataluña al hecho de que los no independentistas le han votado para hacer oposición, pero en el caso de unas generales se apuesta por el partido al que el votante quiere en el Gobierno.

Por otro lado, y a preguntas de los periodistas sobre la posibilidad de una reforma constitucional, María Dolores de Cospedal ha insistido en que el partido considera que debe haber un consenso previo "muy abrumador" para abordar cualquier cambio de la Carta Magna, y los populares no permitirán que se intente modificar el texto "por la puerta de atrás".

La reunión de esta tarde ha estado ensombrecida por una polémica, la que ha desatado con un comunicado el expresidente José María Aznar, quien ha dicho que el PP está ante su "peor escenario posible" y que "algunos" deberían pensar "seriamente" por qué el partido del Gobierno "no ha sido capaz de representar a la mayoría de las fuerzas constitucionales".

Un asunto que según Cospedal no se ha tratado en la reunión pero que, según fuentes presentes, ha provocado el malestar de los dirigentes populares, algunos de los cuales reprochaban al presidente de honor el momento elegido y recordaban que hubo momentos, cuando él dirigía el PP, en que el partido obtuvo peores resultados en Cataluña.