El portavoz del EBB y presidente del BBB del PNV, Iñigo Urkullu, denunció ayer «la actitud política miserable y mezquina de los portavoces de esa izquierda radical que se denomina abertzale» que critican en público a la formación jeltzale cuando, añadió, «ya saben qué es lo que hemos hablado durante todos estos tiempos» en las reuniones privadas entre partidos.

Urkullu también exigió a la izquierda abertzale, en referencia a su participación electoral, que «tome las decisiones que tiene que tomar» o los demás les colgarán «el cartel de cierre por cese de negocio».

«Si fuera uno de los portavoces de Batasuna y estuviera diciendo en público lo que están diciendo en relación al PNV, sabiendo qué es lo que hemos hablado ellos y nosotros durante todos estos tiempos, no tendría cara para volver a sentarme con el PNV», dijo Urkullu, que criticó el «juego persistente del victimismo» de Batasuna y aseguró que «si quiere, puede estar» en las próximas elecciones municipales y forales.

Por su parte, el secretario general del PSE, Patxi López, pidió a Batasuna que «no haga más emplazamientos inútiles» y realice «de una vez por todas lo que le corresponde y le exige la inmensa mayoría de la sociedad vasca» en alusión al «rechazo de la violencia y a los violentos y a hacer política sólo con la palabra y el diálogo».

Mientras, el secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio, expresó su malestar por el hecho de que el Gobierno central «ponga una alfombra roja» a ANV para recibir a Batasuna en las próximas elecciones y dijo que la «tranquilidad de Otegi» se debe a que «avista un resquicio» para la formación abertzale «en lugar de haber perdido toda esperanza».