Los Reyes, la Princesa, la Infanta Elena y las autoridades del Estado se han unido a las familias de las víctimas del 11M en un funeral en el que el cardenal Rouco Varela ha homenajeado a quienes murieron porque hubo personas "dispuestas a matar inocentes a fin de conseguir oscuros objetivos de poder".

En su homilía ante los casi 900 asistentes a esta ceremonia fúnebre en la catedral de La Almudena, el cardenal arzobispo de Madrid ha reflexionado asimismo sobre el fin del terrorismo y ha advertido de que "hay que estar abierto al perdón siempre, aunque sólo se pueda hacer efectivo cuando se muestra arrepentimiento sincero por los crímenes cometidos y se reparan los daños causados".

"No sabemos exactamente cuáles fueron los propósitos e intenciones últimos de los que pensaron, programaron y ejecutaron los atentados de Atocha", ha afirmado, antes de rememorar la reacción "heroica" de los españoles aquel 11 de marzo de 2004 y los días siguientes, con la idea de que "el terrorismo podía ser vencido".

Tras animar a un "examen de conciencia" sobre el comportamiento mostrado con los familiares de las víctimas, Rouco Varela ha subrayado que murieron porque individuos y grupos "sin escrúpulo alguno" subordinaron el valor de la vida humana a "la obtención de sus intereses económicos, sociales y políticos; ¡siempre tan mezquinos!".

"Murieron, sufrieron y sufrimos porque hubo alguien, hubo personas, que con una premeditación escalofriante estaban dispuestas a matar inocentes, a fin de conseguir oscuros objetivos de poder", ha recalcado el arzobispo, y ha alertado contra aquellos a quienes no les importa hacer del terrorismo "un medio para fines de la naturaleza que sean".

"Sin un previo arrepentimiento, profundo y radical, no podrán nunca -¡no serán capaces de serlo!- instrumentos o autores de caminos de verdadera justicia y de paz", ha concluido esta reflexión.

Mientras tanto,el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha pedido este martes "confianza" en lo que dictaminaron los tribunales sobre los atentados del 11 de marzo de 2004, subrayando que la Justicia "ya dijo quiénes fueron los autores".

Para Gallardón, en un Estado de Derecho hay que "tener confianza en lo que dijeron los tribunales y hasta donde lo pudieron decir" y "abrir polémicas sobre lo que se declaró judicialmente no conduce a ninguna parte". "Lo mejor es confiar en la Justicia y la Justicia ya dijo quiénes fueron los autores", ha remachado.

El ministro se ha expresado así en declaraciones a la Cope recogidas por Europa Press, preguntado por las discrepancias entre el juez que juzgó el atentado, Javier Gómez Bermúdez, y el fiscal Javier Zaragoza.

Gallardón, que era alcalde de Madrid cuando se produjeron los atentados, ha asegurado que aquel fue el peor momento de su vida, peor que su experiencia en la "época de máximo horror" de atentados de ETA, y que incluso vio morir a gente por la que los servicios de emergencia no podían hacer nada.

Pero además, ha querido rendir homenaje a los madrileños que se volcaron para ayudar en la tragedia, "por encima" de quienes tenían "responsabilidades políticas", y demostraron a los autores del atentado "que sus propósitos habían fracasado, que no se generó odio ni sentimiento antimusulmán, no se rompió la ciudad".