El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha avanzado hoy que, si logra la victoria el 20N, aumentará un 10 por ciento el impuesto especial del tabaco y el alcohol -excepto del vino y la cerveza- para garantizar la financiación de la sanidad pública.

Ha sido el primero de los anuncios que ha ido desgranando durante la segunda jornada de la Conferencia Política que celebran los socialistas para preparar su programa electoral, que será ratificado dentro de una semana por el Comité Federal.

A esa medida, Rubalcaba ha sumado otras que llevaría a cabo: desbloquear parcialmente las listas electorales, obligar a que las grandes empresas aumenten el número de mujeres en sus consejos de administración y crear una circunscripción con los emigrantes para que elijan directamente a cuatro senadores.

Justo en plena polémica sobre los recortes que algunas autonomías están llevando a cabo, con ajustes en sectores como la sanidad, Rubalcaba ha aprovechado estas jornadas para dejar claro que el sistema público de salud es sostenible y para aportar fórmulas concretas de financiación.

Así, ha detallado que el aumento de los impuestos del tabaco y el alcohol aportaría 1.000 millones más a las arcas públicas, que se sumarían a los 319 millones que se ahorraría el Estado por la supresión de las desgravaciones fiscales de las empresas de sanidad privada y los 700 millones que se recaudarían por el cobro de servicios a terceros.

Pero además, y convencido de la sostenibilidad del sistema público sanitario, ha instado a las comunidades autónomas a que 3.000 de los 8.000 millones de euros adicionales que el Estado aportará el año que viene para financiar la sanidad los utilicen para pagar las deudas que mantienen con los proveedores.

Tampoco ha descartado recurrir a líneas de préstamos del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para aquellas autonomías que quieran ir más rápido en la reducción de su deuda sanitaria.

Con todas estas medidas, Rubalcaba cree que la deuda de las comunidades en esta materia, que ha cifrado en 11.000 millones, quedaría saldada en cuatro años.

Barones del PSOE como el andaluz José Antonio Griñán, el extremeño Guillermo Fernández Vara, el castellanomanchego José María Barreda o el madrileño Tomás Gómez han respaldado plenamente esta propuesta, frente al "discurso monocorde de cortar, cortar y cortar" de la derecha.

Rubalcaba ha recorrido algunos de los foros y las comisiones que los socialistas celebran en esta conferencia y, en una de ellas, la dedicada a estudiar cómo mejorar la democracia, ha lanzado otro compromiso: desbloquear las listas electorales.

Se trata de poner en marcha el llamado "modelo preferencial", distinto a las listas abiertas, ya que los electores podrían escoger a sus candidatos predilectos sin necesidad de atender al orden de la lista que le ofrece el partido al que va a votar.

Para ello sería necesario reformar la ley electoral, pero no la Constitución, que sí habría que modificar si se optara por asimilar la legislación electoral al modelo alemán.

De este modo, las fuerzas políticas se verían obligadas a ser "más cuidadosas" con los nombres que ponen en sus listas, según interpreta el PSOE, habida cuenta de que el "número uno" podría verse relegado e incluso quedar fuera del Parlamento, especialmente en las circunscripciones más pequeñas.

Pese a que esta propuesta se circunscribe a los comicios generales, el candidato del PSOE es partidario de abrir un debate para trasladarlo a las elecciones autonómicas y municipales.

Rubalcaba también ha propuesto a sus compañeros de partido la creación de una circunscripción en el Senado para que los emigrantes elijan a cuatro representantes en la Cámara Alta que defiendan sus intereses.

Y otras dos promesas para concluir su ronda por las comisiones: darle una "vueltita" a las listas electorales de su partido para que haya más mujeres en cabeza y que se obligue a las grandes empresas a aumentar el número de féminas en los consejos de administración.

En la actualidad, la ley de Igualdad recomienda a estas empresas que incrementen la representación de las mujeres en sus consejos, pero, debido a que no ha funcionado, Rubalcaba se ha mostrado partidario de que la recomendación se convierta en obligación.