El ex presidente del Gobierno Felipe González ha defendido la reforma de la Constitución para reducir el déficit público al asegurar que se ha puesto en marcha a través de un "procedimiento impecable" en un momento de "emergencia nacional, europea y mundial".

En una entrevista a la cadena Ser recogida por Europa Press, González ha señalado que esta propuesta no se trata de "un fracaso de la democracia". "Si se hubieran roto las reglas del juego y no se respetara el procedimiento constitucional, pues sí, pero el procedimiento es impecable", ha señalado.

No obstante, ha explicado que la medida puede generar "rechazo" entre algunos ciudadanos que "no la entiendan", al creer que esta obligación de estabilidad presupuestaria limita la posibilidad del gasto social. En este sentido, ha señalado que "todas las interpretaciones son legítimas", pero la reducción del déficit es "de sentido común".

"No hemos llegado a la madurez para saber que los desequilibrios de deuda y de déficit excesivos no son progresistas o conservadores, sino un disparate que no te permite hacer la política social. En España hay un problema: que no confiamos en nosotros a la hora de tomar decisiones serias", ha reiterado.

González ha puesto como ejemplo a Suecia, que fue la primera nación en llevar a cabo esta limitación de déficit en los años 30. "Mi generación se ha pasado hablando del modelo sueco toda la vida y eso fue posible porque ellos hicieron una apuesta seria por la estabilidad y ganaron credibilidad", ha señalado.

Además, ha instado al Gobierno a "exigir" que todos los países del euro se comprometan a la garantía de estabilidad presupuestaria como "condición" para el reparto de bonos europeos que sirvan para la financiación de la deuda.

Asimismo, ha defendido que esta tramitación "obliga a respetar" un precepto constitucionalista, "gobierne quien gobierne". En este sentido, se ha mostrado además partidario de cambiar "algunos aspectos" de la Constitución aprovechando la reforma, si bien ha incidido en que "cuesta trabajo hablar de estos temas importantes viendo los meses que vienen".

No es partidario de "abrir el melón"

El ex presidente del Gobierno ha apuntado al modelo estadounidense como el ideal para llevar a cabo la reforma, cambiando el texto a través de enmiendas. Sin embargo, ha rechazado otros modelos que permitan "abrir una especie de melón y que cada uno envíe su carta a los Reyes Magos para que haya un debate inacabable".

Entre los cambios contemplados por González, ha destacado la necesidad de eliminar las diputaciones. "No hay un solo país en Europa que tenga cuatro niveles de administración pública. Si hay que priorizar en el gasto hay que priorizar en elementos que no inciden en la cohesión o en el impulso a la inversión", ha afirmado.

En cuanto a la subida de impuestos para los ricos, se ha mostrado partidario aunque ha matizado que en España "hay mucha confusión" a la hora de definir "quién es rico". En cualquier caso, ha explicado que el impuesto debería ser "progresivo" y que se debe de esperar en un programa de Gobierno. "Es razonable pedir un esfuerzo a la gente rica de verdad y no a las clases medias, que pagan el pato de todo", ha asegurado.

"Ceguera voluntaria" de Merkel

Respecto a la crisis económica, ha criticado a la canciller alemana, Angela Merkel, al asegurar que "tiene un problema de ceguera voluntaria" respecto a la realidad europea y alemana. "No está viendo la realidad de Europa y del mundo, lamento decirlo porque le tengo aprecio y respeto, pero si no lo supera no saldremos de la crisis porque Alemania es clave", ha explicado.

El ex dirigente ha recordado que se trata de una situación de "emergencia" donde habrá una contracción económica, aunque ha descartado la recesión. "Las previsiones para otoño son malas, estamos otra vez con niveles de riesgo y los factores son diferentes a los de ocasiones anteriores", ha aseverado.