Las revistas 'QMD' y 'Maxim' deberán indemnizar a la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, con 48.000 euros, por haber dañado su honor e imagen con un fotomontaje que publicaron en marzo de 2006 y que "en nada contribuía a la formación de la opinión pública".

El Supremo, que confirma otras sentencias anteriores recurridas ante él, considera que, en este caso, en el que chocan el derecho a la libertad de expresión o el derecho a la información con el derecho a la propia imagen y al honor de la demandante, no prevalecen los primeros.

"Si bien el tratamiento humorístico de acontecimientos de relevancia social puede estar constitucionalmente amparado por el derecho a comunicar un acontecimiento, llamando la atención sobre aspectos de interés, mediante la ironía, el sarcasmo o la burla, tal cosa no sucede cuando, como aquí ocurrió, se utilizaron imagen y texto con el único propósito de ridiculizar a la demandante, sin un significado político directo que amparara la crítica", dice la sentencia.

Los hechos por los que se condena a pagar la indemnización a las dos revistas se originaron al publicar 'QMD' y 'Maxim' un montaje fotográfico que mostraba "la cabeza de la Sra. Jiménez unida al cuerpo de una modelo desconocida, la cual aparecía desnuda, únicamente con una braga ligeramente bajada con las manos enseñando un tatuaje con las iniciales ZP".

El fotomontaje iba acompañado de un texto en el que, en síntesis, se aludía "al fracaso de la candidata socialista a la alcaldía de Madrid y a la mejor suerte que habría tenido de haber apostado por esta imagen para su campaña electoral".

El Supremo se hace eco de la jurisprudencia del Constitucional cuando determina que, en este caso, "la ausencia de un interés público constitucionalmente defendible priva de justificación a la intromisión en los derechos fundamentales al honor y a la propia imagen".