El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha admitido que se siente "responsable" de la "muy elevada" tasa de paro con la que deja el Ejecutivo y que no se va "en absoluto satisfecho", un balance en el que el líder del PP, Mariano Rajoy, le ha reprochado su "herencia envenenada".

La última sesión de control al Gobierno del pleno del Congreso ha sido utilizado por Rajoy para criticar con dureza la gestión socialista y mirar hacia el futuro: "Ahora todos los españoles tendremos que hacer un gran esfuerzo, pero estoy absolutamente convencido de que España es un gran país y que por tanto va a superar esta situación".

Zapatero ha querido también ratificar su confianza en el país y en su capacidad de luchar contra la crisis, pero ha lanzado una advertencia al presidente del PP convencido de que "la inmensa mayoría de los ciudadanos quieren responsables políticos, líderes, que ofrezcan algo, no solo ataquen, y den confianza y futuro a España".

Ha asumido su responsabilidad en la situación actual, pero ha instado a los populares a no olvidar que en esta legislatura el mundo ha sufrido la crisis más grave desde hace ochenta años y que en ese "combate durísimo" el Gobierno ha actuado como debía.

Ante sus palabras, Rajoy ha preferido hablar de las "lecciones de futuro" que deja el Ejecutivo del PSOE, como que hay que hacer un buen diagnóstico de la situación de la economía y "no engañar" y que "hay que gobernar con un plan, no con ocurrencias, improvisaciones y rectificaciones".

Y ha continuado con lo aprendido: "no hay que generar falsas expectativas" situando a España al nivel de Alemania "cuando no es verdad"; hay que hacer previsiones razonables; "no se debe gastar lo que no se tiene"; hay que hacer reformas y no vivir "de la herencia o la inercia", y no se puede gobernar, como en los últimos meses, sólo por decreto ley.

El líder del PP ha recordado a Zapatero que deja dos millones y medio más de parados, 250.000 millones más de deuda, la renta en niveles de 2004, "recortes sociales y una gran desconfianza en la economía española".

Pero el presidente del Gobierno le ha recordado que olvidaba un hecho fundamental, la "gravísima" crisis global que ha obligado a tres países europeos a pedir ayuda financiera de la UE.

El Ejecutivo, ha recalcado, ha afrontado esa crisis "con responsabilidad" para garantizar la consolidación fiscal y "evitar males mayores", ha abordado las necesarias reformas estructurales pendientes y, todo, preservando "al máximo" la cohesión social, protegiendo en especial a las personas en desempleo,

Tras destacar también la contribución de España en la eurozona para garantizar el futuro de la moneda común y del modelo europeo de bienestar, ha recordado que en su primera legislatura España llegó a su tasa de paro más baja; "Alguna circunstancia habrá que explique las dificultades que hemos tenido en esta legislatura", ha estimado en referencia a la crisis.

Rajoy ha consumido el tiempo de su réplica y el presidente de la Cámara le ha cortado el micrófono, lo que ha evitado que quedaran grabados sus buenos deseos para el presidente del Gobierno.

"Tenga usted mucha suerte", ha señalado mientras los diputados del PP iniciaban un largo aplauso que después los socialistas, puestos en pie, han repetido para despedir a Zapatero.

Reforma "impecable"

Por otro lado, Zapatero, ha asegurado que el procedimiento seguido para aprobar la reciente reforma constitucional ha sido "impecable" y ha insistido en que era necesaria por la "grave" situación económica.

En respuesta a la diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, que ha reprochado al presidente que no se haya convocado un referéndum sobre esta reforma, Zapatero ha señalado que dicha consulta popular no era necesaria en este caso porque no afectaba ni a principios ni a derechos fundamentales.

El jefe del Ejecutivo ha recordado a Barkos que la ley permite reclamar un referéndum a diputados y senadores si así lo hace el 10 por ciento de cualquiera de las dos Cámaras, pero la diputada de NaBai le ha recordado que la "disciplina férrea" impide a varios socialistas unirse a la petición y no será posible conseguir el número mínimo exigido (26 senadores o 35 diputados).

Barkos ha advertido a Zapatero de que esta reforma supone una "victoria pírrica" y un "mal broche" a la legislatura, y le ha reprochado que en su primera sesión de investidura, en abril de 2004, prometiese una democracia más participativas y ahora haya renunciado a sus "puntos básicos".

Frente a la disciplina de partido a la que aludía Barkos, Zapatero ha hablado de "compromiso político" y "sentido de la responsabilidad" de los parlamentarios para esta reforma que ha sido "impecable".