La portavoz de la empresa Naviera Consultores propietaria del buque 'Matheus 1' -secuestrado a unas 60 millas de las costas de Togo-, Sheena Campbell, ha explicado que confía que más que un secuestro se trate de un robo.

Campbel ha indicado en declaraciones a Europa Press que la naviera no tiene comunicación con el buque desde el secuestro, es decir, desde las 12.00 horas de ayer miércoles. "Normalmente lo que pasa en este área es que se trate de un robo", dijo.

En el petrolero viajaban 23 tripulantes de los que cinco son españoles -uno de ellos residente en Tenerife-. "Suelen llevar el buque hasta un lugar seguro y allí cargan lo que pueden, roban lo que pueden y tras dos o tres días dejan buque y tripulación sana", relató para aclarar que su deseo es que éste sea el mismo caso.

En el momento del secuestro, según explicó Campbel, el petrolero estaba descargando gasoil a otro buque.

Mientras, el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, afirma que el Gobierno ya está trabajando para que el secuestro de un barco, con varios tripulantes españoles a bordo, a unas 60 millas de las costas de Togo "termine cuanto antes".

Según los datos de que dispone el Ministerio de Exteriores, a bordo de este buque viajaban unas veinte personas, entre ellas un grupo "muy pequeño, de no más de cinco españoles" que ha sido secuestrado, aunque por el momento se desconoce el número concreto.

Así lo ha confirmado el ministro de Presidencia a preguntas de los periodistas tras inaugurar la XIII Asamblea Nacional de Graduados Sociales en Granada, donde ha indicado que son los ministerios de Exteriores y Defensa quienes están "siguiendo los acontecimientos" para resolver el asunto.

"Tenemos la confirmación de que se ha producido ese secuestro" y "no quepa la menor duda de que el Gobierno está encima de los hechos y trabajando para que esto termine cuanto antes", ha declarado Jáuregui.

Según informó a Efe el jefe del Estado Mayor de la Marina de Benin, Maxime Ahoyo, el petrolero es de pabellón chipriota y navegaba entre Benin y Togo cuando fue atacado por un grupo de hombres armados.

"Estamos seguros de que el ataque se produjo a 120 kilómetros al oeste de Cotonú", indicó Ahoyo quien añadió que sin embargo la Armada beninesa no fue capaz de intervenir para evitar el abordaje.

En el barco había 23 tripulantes y, según fuentes del Ministerio español de Asuntos Exteriores, al parecer cinco de ellos tienen nacionalidad española.

Los piratas atacaron también un buque de bandera noruega en esas aguas mientras hacía una transferencia de carga, si bien los tripulantes se encerraron en la sala de máquinas y los intrusos acabaron por abandonar la embarcación.

La embajada de España en la República de Ghana está al frente de todas las acciones sobre este secuestro.

Fuentes diplomáticas españolas en Madrid señalaron que la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, está pendiente del secuestro, que conoció después de haber comparecido en el Congreso parar informar de las últimas actuaciones del Ejecutivo en relación con la crisis en Libia.

El pasado mes de mayo fueron liberados dos marineros españoles que permanecieron secuestrados durante 137 días por piratas somalís que asaltaron la embarcación "Vega 5", de bandera mozambiqueña, al suroeste de las Islas Comoras, frente a las costas de Mozambique.

Los actos de piratería han experimentado un notable aumento en los últimos meses en el Golfo de Guinea, de ahí que países como Estados Unidos y Francia desplegaran el pasado agosto barcos de guerra para ayudar a los países de las inmediaciones frente a esa amenaza.

Esta zona se ha convertido en un nuevo foco de preocupación de las autoridades españolas.

En el Plan de la Diplomacia del ministerio de Defensa, presentado en julio, se destaca la necesidad de prestar una "atención preferente" a los actos de piratería y bandidaje que experimentan un fuerte auge en la región del Golfo de Guinea y del Sahel (la franja que va desde el África Occidental hasta Somalia).

El Golfo de Guinea es una zona clave para el suministro energético de España por las importaciones de crudo de países como Nigeria, según el mismo documento.