El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ha afirmado hoy que el Ejecutivo ha tenido que tragarse una "píldora envenenada" al tener que reformar la Constitución para que los "poderosos" no arrasaran el país.

Guerra ha hecho estas manifestaciones durante su intervención en la fiesta minera de la UGT en Rodiezmo (León), en la que ha dicho que, "a veces, la verdad no gusta oirla", pero vivimos una "dura época" en la que los "enemigos de los humildes" se han adueñado de los resortes del poder.

A juicio del diputado socialista, existe una guerra de la economía contra los pueblos, que la derecha está aprovechando para hacer recortes, algo que asume como un "placer", ya que convierte lo público en privado para hacer negocio con ello.

"La culpa de la crisis es la codicia de unos pocos", ha proseguido Guerra, quien ha insistido en que la situación no se va a arreglar votando al PP, partido al que ha responsabilizado de haberla creado.

También ha criticado a los nacionalistas por opinar que la reforma de la Carta Magna ha roto el consenso de 1978, y ha argumentado al respecto que ellos han propuesto enmiendas en las que plantean el derecho de autodeterminación, que sí que rompe el acuerdo constitucional.

Guerra ha insistido en que hay que despertar a "mucha gente anestesiada" que cree que el PP va a resolver sus problemas y en que hay que hacer un esfuerzo "para ver la cara que se le queda" al líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, y sus seguidores si el PSOE gana las elecciones.

En este punto, se ha referido a los recortes impulsados por el PP en las instituciones en las que gobierna y ha denunciado que los achaquen a la herencia socialista, cuando el ayuntamiento más endeudado es el de Madrid y la autonomía más endeudada es la Comunidad Valenciana.

"¿Herencia socialista? Pregunten en otro sitio, pregunten en el sastre", ha señalado Guerra en alusión a la trama de corrupción en la que está supuestamente implicado el expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps.

No obstante, Guerra ha aceptado que "a veces hay que hacer recortes", si bien ha incidido en que el déficit no está para gastarlo en "cohetes", sino en las necesidades urgentes de la gente.

El exvicepresidente del Gobierno ha concluido su discurso invitando a los participantes en la fiesta minera de la UGT a defender el socialismo y plantar cara a quienes quieren exterminar las ideas progresistas.