El Gobierno no descarta exigir responsabilidades por el "daño tremendo" que las "especulaciones" de las autoridades alemanas sobre el origen de los pepinos contaminados, que se relacionan con una intoxicación alimentaria en ese país, están provocando en el sector agrario y agroalimentario español.

Así lo ha afirmado hoy en Lleida el secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, quien en una rueda de prensa convocada de urgencia ha denunciado las "trabas" que algunos países y operadores, como Austria, están poniendo a las exportaciones de frutas y hortalizas españolas a raíz de las informaciones "no contrastadas" realizadas desde Alemania sobre este brote infeccioso.

"Eso es absolutamente denunciable, es una irresponsabilidad y una salvajada. No se puede demonizar un sistema de producción absolutamente serio, fiable y auditado por especulaciones", ha declarado Puxeu, que ha hecho una firme defensa del sistema productivo español.

El secretario de Estado ha explicado que aún se desconoce el origen de la cepa responsable de esta alerta sanitaria, aunque ha recordado que hasta el momento esta bacteria sólo se ha encontrado en el sudeste asiático y en Alemania. "Nunca ha estado presente hasta ahora en España", ha apuntado.

Puxeu ha reconocido la alarma que este brote ha generado en Alemania y otros países del centro y norte de Europa, aunque ha remarcado que "lo que no se puede aceptar es que se hagan juicios de valor" y se apunte a España como el origen de la infección sin disponer de pruebas ni datos que lo demuestren.

Ha asegurado, en este sentido, que "las informaciones confusas, los supuestos, las sugerencias y las especulaciones" provenientes de Alemania han causado ya un gran daño al sector agrario y agroalimentario español, que exporta cada año más de 10.000 millones de euros en facturación.

Es por ello que el Gobierno, ha dicho, no descarta exigir responsabilidades "por un episodio que es doloroso y que tiene unos niveles de irresponsabilidad tremendos", en tanto que "lesionan" en plena campaña de fruta "los intereses de la producción mediterránea y muy especialmente la producción española".

"Quiero poner en valor la fiabilidad del sistema de control, de producción, de transporte y de trazabilidad y asegurar a los consumidores europeos que la producción agraria española tiene unos niveles de exigencia que no tienen parangón en el resto del mundo", ha comentado.

"Los riesgos alimentarios que nosotros contemplamos son cero, son el máximo nivel y el máximo rigor en todos los parámetros", ha insistido.