La Serra de la Morna, en el municipio ibicenco de Sant Joan de Labritja, sufre un incendio forestal desde mediodía que abarca ya una extensión de "cientos de hectáreas", según ha informado la Conselleria balear de Medio Ambiente y Movilidad, que ha desplegado en la zona seis brigadas.

La Dirección General de Emergencias del Govern ha decretado el nivel 1 de riesgo, por la proximidad de viviendas a esta zona del noreste de la isla y ha coordinado la evacuación de "decenas" de casas unifamiliares afectadas por el humo, sobre todo en el valle de Morna.

Desde primera hora de la tarde combaten el fuego tres aviones (dos Canadair desplazados desde la Península y otro desde Mallorca), así como cinco helicópteros y efectivos terrestres con medio centenar de técnicos del Instituto Balear de la Naturaleza (Ibanat), 26 efectivos de los Bomberos de Ibiza y miembros de Protección Civil.

El Ibanat ha solicitado además otro Canadair de refuerzo procedente de la Península y la Dirección General de Emergencias ha alertado a la Unidad Militar de Emergencias (UME) aunque no ha solicitado todavía que se desplacen efectivos a la isla.

Las llamas han comenzado en una zona de pinar de la falda de la Serra de la Morna en torno a las 13:00 horas y a media tarde el fuego se dirige hacia el este, en dirección a Sant Joan de Labritja aunque lejos de dicha población, según informa el 112.

Las condiciones meteorológicas dificultan la extinción a causa del viento que sopla en la zona, el calor y la ausencia de humedad, lo que se suma al difícil acceso por ser un área de pendiente.

El conseller de Medio Ambiente, Gabriel Vicens, y el gerente del Ibanat, Guillem Rosselló, se han desplazado a Ibiza para supervisar las tareas de extinción.

El 112 ha comenzado a recibir avisos del incendio sobre las 13:20 horas, cuando se ha producido la primera de una serie de hasta 200 llamadas que alertaban sobre el fuego y comunicaban el avistamiento de humo desde varios puntos.

El verano pasado tuvo también lugar en Ibiza el incendio más grande registrado en las Islas Baleares desde el año 2000, en la zona de Benirràs, que afectó a un total de 354 hectáreas con un perímetro de 12,7 kilómetros, se inició el 22 de agosto y tardó doce días en extinguirse.