La presidenta del Foro de Ermua, Inma Castilla de Cortázar, ha asegurado que, antes de las próximas elecciones generales, ETA "ayudará" al presidente José Luis Rodríguez Zapatero con alguna declaración pública sobre el cese de la violencia.

Castilla de Cortázar ha indicado a Efe que el final de la violencia es "el golpe de efecto que el Gobierno busca", no para ganar las elecciones, sino "para no perder por mucho" y llegar a acuerdos con nacionalistas y partidos de izquierda.

Tras subrayar que "existe una negociación con ETA indiscutiblemente", la presidenta del Foro de Ermua ha afirmado que Rodríguez Zapatero "no ha modificado su política antiterrorista desde la primera legislatura", ya que sólo ha cambiado "el modo de presentarla a la sociedad".

Zapatero, ha agregado, "no ha querido sufrir los costes que una negociación con ETA reconocida podía traer" y por ello ahora lleva a cabo "una negociación encubierta, con unos elementos nuevos, en primer lugar no constituir mesas de negociación como las que hubo en Loiola en la primera legislatura".

Además, ha considerado, en esta ocasión "se hace irrumpir la figura de los mediadores internacionales", porque el Ejecutivo, ha dicho, pretende presentar esa supuesta negociación "como algo requerido por instancias ajenas al Gobierno".

Otro de esos "nuevos elementos", ha declarado, es la "retahíla de clarísimas cesiones judiciales, beneficios penitenciarios" y excarcelaciones, "que son una barbaridad", y "la más importante de todas, el paso que el Tribunal Constitucional, en una operación absolutamente insufrible, le ha dado a Bildu".

En el Foro de Ermua, ha apuntado Castilla de Cortázar, "ya estábamos anunciando que EA sería la tapadera de ETA", que Sortu "sólo era un señuelo" y que "la hoja de ruta del Partido Socialista era coincidente con la de ETA-Batasuna y es la que se va cumpliendo".

Dentro de esa "hoja de ruta", ha manifestado, el lehendakari Patxi López "hacía un papel neutralizador del PP y de todo el movimiento cívico", y el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba "actuaba con una cara muy cínica con una actividad policial impecable y con declaraciones bastante presentables en todo momento, mientras iba modulando las exigencias para que ETA volviera a las instituciones".