Mariano Rajoy ha iniciado hoy la campaña electoral del 22-M con el paro como "adversario" y no el PSOE, porque a juicio de líder del PP la gestión contra la crisis no le hace a los socialistas merecedor de la confianza de los votantes, ni siquiera de los suyos.

Éste es el mensaje que con más empeño ha transmitido Rajoy en el comienzo de la campaña, primero en Huelva y luego en Sevilla, pero la decisión del Tribunal Constitucional de permitir a Bildu presentarse a las elecciones, en contra de lo determinado por el Supremo, ha copado la atención después de que el líder del PP terminara su primera intervención electoral junto al Guadalquivir.

Rajoy no ha hecho ninguna alusión a una decisión que entonces no conocía, si bien altos cargos de su partido la intuían desde primeras horas de la jornada.

Los populares han definido su posición mediante un comunicado en el que por un lado dicen que respetan la decisión del Constitucional, mientras que por otro subrayan que es "una mala noticia no definitiva", puesto que la nueva ley electoral incluye otras vías de impugnación.

Vías que se alargan hasta más allá de la proclamación de los cargos de Bildu, si es que al final toman posesión de sus funciones, como recuerda el PP en el citado comunicado.

La jornada de Rajoy ha estado repleta de actos: primero en Madrid, por la mañana, junto a las candidatas autonómicas y parte de las municipales; a media tarde en Huelva, y en el filo de la medianoche en Sevilla.

El presidente del PP ha pasado de comprometerse a una gestión en defensa de la igualdad de la mujer, sobre todo a través de su mayor peso en el mercado laboral, a destacar que con un balance de cinco millones de parados, precios altos, déficit y deuda elevados, el PSOE "no tiene autoridad moral" para pedir el voto.

Unas horas más tarde, acompañado por el líder del PP andaluz, Javier Arenas, Rajoy ha destacado que el balance de la gestión de la crisis ha hecho que el PSOE no merezca siquiera la confianza de sus votantes de toda la vida.

Para el líder de los populares, su partido sabe cómo hay que tomar las riendas de la situación y comenzar una "nueva etapa", que llegará "pronto", de recuperación económica y de creación de puestos de trabajo.