Taurinos y antitaurinos han vuelto ha manifestar hoy domingo sus diferencias y se han intercambiado insultos e improperios frente a La Monumental de Barcelona, donde se ha celebrado la primera jornada taurina tras la decisión del Parlament de prohibir las corridas de los toros en Cataluña.

Una treintena de antitaurinos se han manifestado frente a la plaza de toros, mientras otra treintena de aficionados a la fiesta hacían lo propio en la acera de en frente.

"Es una provocación que vengan a manifestarse cuando ya han conseguido lo que querían", ha dicho a Efe el portavoz de la Plataforma en Defensa de la Fiesta, Luis Corrales, que ha asegurado que "hemos perdido esta batalla, pero la guerra continúa".

"Estaremos aquí hasta que dejen de torturar animales", ha respondido el organizador de las concentraciones, Lluis Villacorta, que se ha manifestado con el cuerpo pintado de rojo, como lleva haciendo durante los últimos seis años.

Mientras que en el exterior de La Monumental el ambiente era tenso, aunque sin incidentes, dentro de la plaza se respiraba tristeza e indignación.

Los aficionados, que ocupaban menos de media plaza, se han puesto en pie cuando la banda ha interpretado el himno de Cataluña y han gritado "libertad, libertad" en cuanto han visto aparecer a las cuadrilla.

Antes de que las cuadrillas rompieran filas tras el paseíllo, el altavoz de la plaza ha anunciado que "los profesionales de la tauromaquia manifestamos nuestro rechazo a la decisión del Parlament y pedimos que cese la manipulación política de la fiesta".

"Exigimos garantías para ejercer el derecho al trabajo y el derecho a asistir a un espectáculo que forma parte de nuestra tradición y nuestra cultura. ¡Por la libertad! ¡Viva la fiesta taurina!", ha concluido la proclama.

Los diestros Juan José Padilla, Curro Díaz y Miguel Tendero han sido los encargados de lidiar los toros de Valdefresno y Fraile Mazas, en una jornada taurina marcada por la sensación de fin de fiesta y en la que muchos aficionados se han vestido de negro como signo de duelo "por la muerte del toreo".

"Los toros damos las gracias a Cataluña... pero seguimos sufriendo. España, ¡ayudadnos!", se podía leer en la pancarta que portaba una joven que gritaba "asesinos" a los aficionados a los toros congregaos en la acera contraria.

"A ver si os atrevéis a venir a las tierras del Ebro", ha respondido un joven aficionado a los toros llamado Víctor Muñoz, en referencia a los "correbous" (festejos taurinos en que no suponen la muerte del toro) que se celebran por las calles de diversas localidades del sur de Cataluña.

"La lucha no ha terminado", ha dicho a la puerta de La Monumental el torero catalán Serafín Marín, que ha añadido que "muchas veces he dicho que si las cosas seguían así tendría que irme de Cataluña, pero ahora no pienso irme porque mi tierra me necesita".

Marín ha hecho esas declaraciones rodeado de las banderas catalanas que portaban la treintena de manifestantes protaurinos y de pancartas con lemas como "los toros es cosa nuestra" y "40 años después vuelve la represión del pueblo catalán".

Dentro de la plaza, los aficionados de toda la vida compartían tendido con un nutrido grupo de turistas, como un joven danés que ha reconocido a Efe que le parece bien que prohíban los toros, pero ha decidido a acudir a la plaza porque "es la primer vez que vengo a España y sin van a prohibir los toros quizás no tenga muchas oportunidades más de verlos".