El presunto autor del secuestro de tres cooperantes españoles en Mauritania el pasado 29 de noviembre, Omar Uld Sid'Ahmed Uld Hame, más conocido como Omar Saharaui, será juzgado a partir de mañana martes en Nuakchot.

Saharaui deberá comparecer ante el Tribunal Penal de la región de Nuakchot, que celebrará una sesión extraordinaria para procesar a este acusado y otros once, señalaron fuentes judiciales.

Entre esos once procesados se encuentra el argelino Moctar Belmoctar, conocido también como Jaled Abulabas y Moctar Belauar, dirigente de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), que será juzgado en rebeldía, al igual que otros dos acusados: Mohamed Uld Ahmed Deye "Ruyi", y Mini Uld Babe Uld Sid El Moctar.

Belmoctar es el presunto jefe de la rama de AQMI que mantiene secuestrados a Albert Vilalta y Roque Pascual, cooperantes de la ONG Barcelona Acció Solidaria, que fueron raptados a 150 kilómetros de la capital mauritania, Nuakchot, cuando viajaban en una caravana humanitaria. Junto a ellos también fue secuestrada Alicia Gámez, quien fue liberada el pasado 10 de marzo por sus captores.

Saharaui fue acusado el pasado 29 de marzo por la Fiscalía de Nuakchot de, entre otros cargos, "utilizar el territorio de la República Islámica de Mauritania para cometer agresiones terroristas contra ciudadanos de un país extranjero".

El presunto terrorista fue arrestado el pasado febrero en Mali y trasladado a Nuakchot, donde fue interrogado por la Dirección de Seguridad del Estado, que le acusa de haber proporcionado los vehículos con los que se realizó el secuestro de los tres españoles, así como el de dos turistas italianos unas semanas más tarde.

Según la policía y el fiscal, el detenido, principal sospechoso de ser el autor material del secuestro, admitió durante los interrogatorios haber secuestrado a los tres cooperantes y habérselos entregado a "Ruyi", un maliense que ejercía de intermediario con AQMI.

En una entrevista con la Agencia de Información Nuakchot, el propio Saharaui también se declaró inocente y negó "categóricamente" estar implicado en los hechos de los que se le acusa, considerándose víctima de un "complot", tramado a su juicio por los servicios de seguridad mauritanos "para tapar su fracaso en la captura de los verdaderos secuestradores".