El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha pedido hoy consenso a las fuerzas políticas, las administraciones y los ciudadanos para "dar un paso al frente" y aplicar las reformas estructurales en marcha con el fin de evitar "correr el riesgo de languidecer, de quedarnos descolgados".

Zapatero ha abierto en el pleno del Congreso su quinto debate sobre el estado de la nación como jefe del Ejecutivo con un discurso sin anuncios y sin iniciativas nuevas, centrado en subrayar el momento "trascendental" y "crucial" que atraviesa España para su futuro inmediato y para las próximas décadas.

"El momento es decisivo para engancharnos definitivamente al grupo de países al que siempre hemos querido pertenecer. Podemos negarnos a acometer esta modernización y correr el riesgo de languidecer, de quedarnos descolgados", ha alertado.

El grueso de su intervención ha versado sobre los recortes aprobados y las reformas en marcha para hacer frente a la crisis, aunque el primer asunto en el que se ha metido de lleno ha sido el Estatuto de Cataluña.

En un mensaje dirigido a tranquilizar a las fuerzas catalanistas de la Cámara, ha garantizado que está dispuesto a evaluar la posibilidad de que algunos aspectos declarados inconstitucionales puedan abordarse mediante modificaciones legales y en diálogo con la Generalitat de Cataluña.

Tras este apartado, ha abordado los problemas económicos que atraviesa el país y, aunque ha señalado que todos los indicadores apuntan a que se ha crecido de nuevo en el segundo trimestre, ha garantizado que su prioridad será mantener "a rajatabla" el compromiso de austeridad y reducción del déficit y aplicar su programa de reformas.

Zapatero, quien ha apelado en reiteradas ocasiones a un "esfuerzo colectivo", ha defendido los recortes aprobados, convencido de que se han aplicado con "equidad y justicia" y, sin desvelar detalles, ha avanzado que en el proyecto de presupuestos para 2011 habrá nuevas manifestaciones de ese "reparto equitativo del esfuerzo".

Ahora, ha subrayado, es el momento de culminar "con ambición" todas las reformas estructurales para acelerar la reducción de la tasa de paro y sentar las bases de un crecimiento sostenible, sin incrementar el gasto público.

Para este proceso de transformación, en el que ha incluido la reestructuración del sistema financiero y las reformas del mercado laboral y del sistema de pensiones (con el retraso de la jubilación a los 67 años), ha ofrecido el máximo consenso político y social.

Ha reconocido que, como todo, la reforma laboral es "mejorable", ha garantizado que está dispuesto a incorporar enmiendas y ha invitado directamente a colaborar a los sindicatos, sin citar su convocatoria de huelga general.

Junto a estas tres reformas, ha reiterado su apuesta por la innovación para superar el claro desfase de España con la UE, que lastra la competitividad, y ha subrayado también las políticas de apoyo a la internacionalización de las empresas.

Ha incluido además entre los retos del país el pacto en materia de energía que negocia con el PP para cerrar la diferencia existente entre ingresos y costes energéticos, el Plan integral de política industrial 2020 que prepara para que 8.000 pequeñas empresas pasen a ser medianas, y la mejora del sistema educativo.

Tras advertir de que es necesario culminar "cuanto antes" la "transición" de la economía española, ha garantizado que lo hará sin olvidar los valores por los que los ciudadanos votaron mayoritariamente al PSOE en las últimas elecciones.

A su juicio, es necesario trabajar más y hacerlo mejor, con más productividad y eficiencia tanto en el ámbito público como en el ámbito privado, pero manteniendo la equidad y la justicia en el reparto.

"Yo quiero todo eso para mi país: prosperidad, empleo y políticas sociales", ha subrayado.

El presidente del Gobierno ha insistido en que se trata "de una tarea de país, un reto de país, una ambición de país" y se ha mostrado convencido de que España logrará salir adelante como ha hecho en otras ocasiones difíciles en las últimas tres décadas.

"Es el momento de dar un nuevo paso al frente, de mirar con determinación hacia el futuro que queremos, para nosotros y nuestros hijos", ha subrayado.

Al margen de la economía y del Estatuto catalán, Zapatero no ha querido olvidar a quienes trabajan en la lucha antiterrorista, a las últimas víctimas de ETA, a los soldados fallecidos en Afganistán y a los dos cooperantes secuestrados en Mauritania.

Se ha felicitado también por la llegada ayer a Madrid de los presos políticos excarcelados en Cuba, una muestra palpable, ha dicho, de la "influencia" de España.