Miles de personas sorprendieron anoche a la cantante australiana Kylie Minogue con un 'flashmob', una sencilla coreografía para deleite de la "Diosa del Orgullo", que ha clausurado la marcha del Orgullo Gay de Madrid 2010.

Fue un fin de fiesta muy particular dado que la bandera arco iris ha compartido protagonismo con la española, tras la histórica victoria frente a Paraguay de la selección nacional en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica, que le ha dado el pase a las semifinales del torneo.

Prueba de ello han sido los gritos de ánimo y de alegría que se han lanzado desde el escenario del concierto, celebrado en la Plaza de España, y que han llenado "de orgullo" a todos los asistentes, que han abarrotado el centro de Madrid.

Y es que sin duda era una noche para celebrar, y de ello se han encargado los profesores de la televisiva escuela de "Fama", quienes han sido los que han programado y dirigido el "flashmob" a la marea humana que alcanzaba desde la Plaza de España hasta Callao.

Una hora antes del concierto, bailarines y profesores del programa de televisión han ensayado unos sencillos pasos con el objetivo de sorprender y dar las gracias a uno de los iconos festivos del mundo gay, Kylie Minogue .

Precisamente hoy, la australiana ha recibido una escultura de manos de la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, en reconocimiento a su contribución al colectivo gay.

Pero antes del esperado momento, Edurne, Georgina, José Galisteo, Eliza Doolittle, Venga Boys y Daniel Diges han calentado el ambiente para la llegada de Kylie, aunque fue el representante español en el último festival de Eurovisión el que más letras ha logrado arrancar al público.

No obstante, apenas se ha acercado a la locura que siguió a la salida de la diva australiana, vestida de blanco, quien con "Get out of my way" ha provocado un repentino cambio de ánimo entre los asistentes, que no hizo más que aumentar hasta el final.

"Better than today" ha invitado a los cuerpos a bailar pero la locura ha llegado con "All the Lovers", el primer sencillo de su nuevo álbum, "Aphrodite", que saldrá a la venta el próximo 6 de julio, y con el que la diva del pop espera estar en lo más alto de las listas de ventas.

Con un público entregado, la "Diosa del Orgullo", título entregado por el colectivo gay, quien la ha adoptado como icono, en agradecimiento, al mensaje en favor de la tolerancia que la australiana lleva en todos sus viajes y conciertos, no bajó el ritmo cuando ha interpretado "Can't get you out of my head". En ese momento, la ya centenaria Gran Vía de Madrid era ya una pista de baile.

Fueron apenas cinco temas en toda la noche, pues Kylie ha cerrado con el clásico "Love at first sight". O eso pensaba ella.

Pues de repente han aparecido en el escenario todos los profesores de "Fama", que la han entregado un ramo de flores a una emocionada Kylie que no se esperaba lo que en unos instantes iba a suceder.

Sonó "All the Lovers" y las miles de personas han convertido Madrid en una discoteca al aire libre, cuando han realizado el "flashmob", que traducido literalmente del inglés significa "acción simultánea", una sencilla coreografía que ha dejado atónita a la cantante.

Sorprendida e, incluso, emocionada, la diva australiana se echaba la mano a la boca ante la marea humana que la ha rendido homenaje de la mejor manera posible: bailando.

Durante dos días, la escuela de "Fama" ha preparado el baile, que consta de fáciles pero vistosos pasos y que ha dejado "orgullosos" a todos los que cerraron el fin de fiesta del Orgullo Gay de Madrid.