La Dirección General de Tráfico (DGT) está ultimando para antes de final de año la puesta en marcha de los nuevos radares de tramo en tres túneles de la red viaria principal: el túnel de Guadarrama en la AP-6, el de la AP-66 entre León y Asturias, y un túnel de la A-7 en la provincia de Málaga.

Así lo ha adelantado el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en una rueda de prensa en la que ha presentado la campaña especial de tráfico de verano que comienza mañana 2 de julio.

Estos dispositivos, que ya funcionan en pruebas en algunos puntos del túnel de Guadarrama, constan de dos cámaras instaladas al comienzo y al final del tramo objeto de la vigilancia -de entre tres a cinco kilómetros de longitud- y son capaces de registrar con gran precisión tanto la matrícula como la hora exacta de paso del vehículo.

El sistema calcula la velocidad media mantenida por el vehículo en cuestión y, si es superior a la fijada en el tramo, realiza una fotografía del infractor y la remite por fibra óptica al centro de gestión de multas de tráfico.

De nada servirá cambiarse de carril, ya que todas los sensores estarán interconectados y funcionarán de día y de noche gracias a una iluminación por láser invisible al ojo humano.

Tampoco valdrá para nada frenar justo antes de la cámara instalada al final del tramo controlado, ya que el dispositivo calcula la velocidad media y si somos sancionados significará que en algunos momentos hemos superado con creces la velocidad máxima permitida.

Pérez Rubalcaba ha explicado que en una primera fase se instalarán los nuevos dispositivos en estos tres túneles y si la experiencia es positiva se extenderá a otros tramos.