El presidente de la Generalitat, José Montilla, y el presidente de CiU, Artur Mas, han acordado aplazar, hasta disponer de todo el contenido de la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatut, la cumbre catalana y el pleno extraordinario que iba a celebrarse para articular una respuesta.

Así lo han acordado Montilla y Mas, según fuentes conocedoras de la reunión, la primera que celebran tras divulgarse el fallo del TC, un encuentro que ha durado una hora en el despacho del presidente catalán en el Parlament, donde hoy se desarrolla un pleno ordinario. En ese pleno, Montilla y Mas han querido escenificar su unidad frente al recorte del Estatut.

"Unidos debemos defender y exigir su cumplimiento. Es lo que los ciudadanos quieren", agregó Montilla en ese pleno, y dejó claro que la respuesta debe ser lo más unitaria posible. Pese a que las elecciones están a la vuelta de la esquina, Montilla reconoció: "Sería bueno que las formaciones políticas que hicieron posible el Estatut fuéramos capaces de seguir trabajando juntos".

Por su parte, Mas señaló que "deberá reconsiderarse el pacto constitucional". "La obra colectiva nos la ha roto un TC dividido, caducado y sin legitimidad", y el futuro pasa por un escenario: la unidad entre las fuerzas políticas catalanas, añadió.

La tardanza del TC en hacer pública toda la argumentación jurídica de su sentencia ha obligado a ambos líderes catalanes a posponer el calendario de las acciones de respuesta a los recortes del Estatut, salvo la manifestación unitaria de protesta, cuya convocatoria se mantiene para el sábado 10 de julio.

Inicialmente, estaba previsto celebrar una cumbre de líderes políticos catalanes en el Palau de la Generalitat mañana por la tarde, para preparar la reacción al terremoto político causado por el TC, y también se preveía convocar un pleno extraordinario sobre el Estatut el viernes 9 de julio, el día antes de la manifestación.

Pero ambas citas han quedado aplazadas ya que Montilla y Mas han coincidido en valorar que no tiene sentido si antes no se conoce el cien por cien de la sentencia y el alcance total de los recortes al Estatut, que según algunas informaciones no se sabrá antes del 12 de julio.

En el momento en que se haga pública toda la sentencia, que mantiene en vilo a los partidos catalanes ya que aún falta concretar los 27 preceptos del Estatut que serán interpretados a la baja, un grupo de expertos juristas catalanes tiene el encargo de elaborar un informe para analizar los daños causados por el TC al autogobierno.

Por lo tanto, la cumbre podría celebrarse dos días después de emitirse la totalidad de la sentencia del TC, una vez el grupo de expertos haya tenido tiempo de leerla con detenimiento y haya trasladado su informe a los líderes políticos catalanes.

En cuanto al pleno extraordinario del Parlament, también está a expensas de la divulgación de la sentencia y se baraja celebrarlo a mediados del mes de julio, solapado con el pleno ordinario previsto para esa semana.

Aunque la fecha de ese pleno, como la de la cumbre, está en el aire, es posible que esta sesión extraordinaria en el Parlamento de Cataluña acabe coincidiendo con el Debate sobre el Estado de la Nación en el Congreso, que se celebrará el 14 y 15 de julio.

De este pleno extraordinario, que arrancará con la comparecencia de Montilla, saldrá con toda probabilidad una resolución solemne de tripartito y CiU en respuesta a los recortes al Estatut aprobado en las Cortes y refrendado por el pueblo de Cataluña, a manos de un TC que consideran deslegitimado.

A pesar de la cercanía de las elecciones catalanas, la voluntad de tripartito y CiU es mantenerse unidos como mínimo en la reacción al TC, con un pronunciamiento unitario desde el Parlament y con una manifestación por las calles de Barcelona, convocada para el día 10 a las 18.00 horas y en la que Montilla y Mas se han comprometido a poner "toda la carne en el asador" para que sea un éxito.

El lema de la manifestación es uno de los flecos que queda por concretar, ya que la entidad organizadora, Òmnium Cultural, propone encabezar la marcha con el eslogan "Nosotros decidimos. Somos una nación", un mensaje con el que Mas ha dicho sentirse "cómodo".

Pero Montilla prefiere que en la cabecera de la manifestación luzca simplemente una 'senyera', como símbolo de identidad común de todos los catalanes.

Pese a la cordialidad del encuentro y la coincidencia de ambos en ir a la una para reivindicar la completa validez del Estatut, Mas ha introducido en la conversación con el 'president' su sugerencia de celebrar los comicios catalanes a finales de septiembre, a lo que Montilla no se ha querido comprometer según las fuentes consultadas.

La vicepresidenta del PSC, Manuela De Madre, ha sido la siguiente en reunirse con Montilla, que está previsto que siga esta tarde la ronda de contactos con representantes del resto de los partidos catalanes.