La Policía Nacional ha detenido de nuevo al ex secretario del Instituto Balear de Turismo (Ibatur), Miquel Àngel Bonet, así como los ex gerentes de esta empresa pública, Raimundo Alabern y Juan Carlos Alía, por su presunta implicación en la Operación Pasarela, que arrancó ayer a raíz de las investigaciones llevadas a cabo durante más de un año en torno a las contrataciones presuntamente irregulares llevadas a cabo desde el Ibatur durante la pasada legislatura.

Los arrestos se producen tras la declaración efectuada esta tarde por trabajadores de la empresa pública, quienes han quedado en libertad con cargos. En concreto, se trata de Francisca Tomás Bosch, Linde de Seager, Aina Genovart y Pedro Pérez, quienes han apuntado que las decisiones adoptadas en torno a estas supuestas irregularidades procedían de los ex altos cargos del Ibatur, según han informado fuentes del caso. Mientras tanto, también ha prestado declaración el empresario Mariano Villalba.

Bonet llegó en torno a las 21.30 horas en un vehículo policial con la cara tapada con una chaqueta a fin de que los numerosos cámaras y fotógrafos congregados a las puertas de la Jefatura Superior pudieran grabarle. Quince minutos después lo hacía Alabern, también en un coche de la Policía.

Cabe recordar que Bonet ya fue detenido en febrero de 2009, cuando no sólo reconoció haber defraudado a las arcas públicas 20.000 euros mediante contratos irregulares entre 2006 y 2007 a una familiar nonagenaria, motivo por el cual fue arrestado, sino que confesó además haber hecho lo mismo en seis ocasiones más con otros tres o cuatro familiares haciéndolos pasar por proveedores y malversando hasta un total de 85.000 euros, la misma cantidad por la que se encuentra en libertad bajo fianza.

Bonet admitió que aprovechó su cargo como secretario del Ibatur durante el Govern de Jaume Matas para emitir facturas por unos trabajos que nunca se realizaron ingresando el coste de los mismos en la cuenta bancaria de alguna de las personas de su entorno, quienes, posteriormente, le entregaban el dinero que había desviado.

Durante la tarde, uno de los momentos que generó mayor expectación fue la aparición en la Jefatura Superior del presidente del grupo Iberostar, Miquel Fluxà, quien nada más llegar fue abordado por una nube de cámaras y periodistas que aguardaban a las puertas de la policía a la espera de nuevas informaciones sobre la operación Pasarela. Sin embargo, el empresario aclaró de inmediato que tan sólo había acudido a las dependencias policiales para renovarse el DNI.