El próximo verano registrará temperaturas más altas de la media de los últimos años en toda España, entre uno y dos grados más, tras producirse una de las primaveras más frescas de esta década, y unas lluvias muy superiores a los valores medios.

En el trimestre marzo-mayo, ha dicho en rueda de prensa el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Ángel Rivera, las temperaturas se han situado 0,6 grados centígrados por encima del valor medio en el periodo de referencia 1971-2000.

A nivel mundial, el mes de abril ha sido el más caluroso desde 1880, con 14,5 grados de media, lo que supone un aumento de 1,37 grados desde que existen registros históricos.

En el caso español, la presente primavera es la segunda más fresca del siglo XXI -sólo más cálida que la de 2004- y una de las más calurosas del siglo XX (1971-2000), ha explicado Rivera, acompañado por el jefe de predicción de la Aemet, Fermín Elizaga.

Respecto al actual año hidrológico, que comenzó el 1 de octubre, las lluvias en conjunto han sido claramente superiores a lo normal: a fecha 15 de junio los valores medios se situaron en 701 litros por metro cuadrado, lo que significa un superávit de 159 litros, un 29 por ciento más de lo acostumbrado.

Según Rivera, la tendencia está clara en cuanto a las temperaturas -al alza-, pero no ocurre lo mismo en lo que se refiere a las lluvias, pero sí se observa la existencia de fuertes y bruscas oscilaciones.

En los últimos nueve días se ha producido una "situación histórica, excepcional, para esta época del año" en el área cantábrica, en cuanto cantidad de agua recogida, ha añadido Elizaga.