El artículo 337 del Código Penal excluye de su ámbito de aplicación a los animales que viven en estado salvaje, lo que se traduce en que los actos de maltrato causados a dichos animales no puedan enmarcarse en dicho delito. Al respecto, podemos recordar el grave caso de maltrato que sufrió un zorro y que no tuvo reproche penal precisamente por la exclusión que efectúa el artículo 337 del CP en cuanto a los animales que vivan en estado salvaje, recibiendo su autor una sanción administrativa.
Ante tal desprotección y las continuas reivindicaciones tendentes a modificar el ámbito de aplicación del delito de maltrato a los animales, el Defensor del Pueblo en su informe anual de 2019 ha resaltado la necesidad de modificar del artículo 337 del Código Penal, que excluye expresamente del tipo de maltrato animal a aquellos que viven en estado salvaje, como es el caso del zorro.
Tal como expresa el informe, «los animales que viven en este estado están protegidos por el artículo 45 de la Constitución, que impone a los poderes públicos el deber de velar por la utilización racional de todos los recursos naturales (entre los que, a falta de otra expresión más acertada, deben entenderse incluidos los animales salvajes), con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente». Correspondiendo al legislador, según lo dispuesto en el artículo 45.3 de la CE, el mandato constitucional para establecer sanciones penales y obligar a reparar el daño a aquellos que hagan un uso irracional de los recursos, procede, tal como indica el Defensor del Pueblo, la necesidad de que el Código Penal contemple el delito de maltrato animal también respecto de la fauna salvaje.
Esperamos que la próxima reforma del Código Penal tenga en cuenta dichas consideraciones y proteja verdaderamente a tos los animales, vivan en el medio que vivan.
