A mi perro le encanta oler todas las flores. Por eso, acordándome de las famosas flores de Bach, he pensado que podría aprovecharlo para ayudarle a tener un comportamiento más sociable. ¿Podríais orientarme al respecto?

A lo largo de los años 30, Edward Bach desarrolló la primera gama de esencias florales con el objetivo de mejorar los estados anímicos de las personas. A partir de los años noventa comenzaron a aplicarse también en los animales. Hoy en día, muchos veterinarios las usan como una terapia más. La violeta de agua, por ejemplo, se utiliza para evitar el aislamiento de los animales. La mostaza, contra estados de tristeza y melancolía. El mímulo es usado en animales asustadizos y tímidos. La rosa silvestre, contra la apatía. El castaño rojo, para reducir el rechazo a determinadas personas. El alerce, para eliminar la inseguridad. La clemátide, para aumentar la concentración. El brezo, para los trastornos de ansiedad por separación. La achicoria, para mejorar su autonomía. Y la verbena, para suavizar comportamientos dominantes. Consulta a tu veterinario para que, en el caso concreto de tu perro, vea la idoneidad de usarlas o no.