La caza ilegal sigue al alza. La Guardia Civil ha situado la caza ilegal de animales como una de las infracciones penales relacionadas con la fauna y flora que más se cometen en España. Cada año se denuncian más de 1.500 delitos ambientales de este tipo. Por un lado, están los furtivos que abaten piezas prohibidas por encontrarse protegidas o animales salvajes pertenecientes a la fauna autóctona. Por otro, aquellos que se dedican a capturarlos con vida para explotarlos o tenerlos como animales de compañía. Dentro de estos últimos destaca una práctica que, para muchas personas, se encuentra protegida por la ley de la costumbre. Se trata de la caza de pájaros silvestres para canto. Antaño una afición, hoy una grave infracción.