Un cazador abate a tiros a un lince y dice que lo confundió con un zorro. Algo tenía que decir. Actualmente, el mismo está investigado por un delito contra la protección de la flora y fauna. Hay que pensar que, en cada uno de esos linces, cuyo objetivo es repoblar la península ibérica, la UE invierte cerca de medio millón de euros. En este caso, además, se da la agravante de que Nénufar, así se llamaba la lince tiroteada, era una madre amamantando a sus crías, por lo que éstas también han fallecido, dada su corta edad. Los hechos se han producido en un coto de caza de Toledo.