La soledad es un problema que desgraciadamente acompaña a muchas personas, debido a que en la sociedad actual, y principalmente por el estilo de vida en los núcleos urbanos, la desconexión es un factor que está a la orden del día. Muchas personas se encuentran en situaciones donde la soledad, tanto la elegida como «obligada», forma parte de su día a día y en algunas ocasiones les genera un gran malestar. Estas personas sufren por no tener con quién compartir su tiempo y presentan carencias a nivel de afectividad y emocional. En estos casos, los animales son muy importantes, ya que si estas personas toman la decisión de adoptar y ayudar a los que más lo necesitan, se verán recompensadas en este sentido y en muchísimos otros, cubriendo de esta forma dichas carencias e incluso a veces, de una manera mucho más efectiva y nutritiva de lo que otro ser humano es capaz de proporcionar. Pero hay que tener cuidado en este sentido, ya que no se debe confundir la adopción responsable con la que se lleva acabo desde la necesidad, sin tener en cuenta si también se van a poder cubrir las necesidades del animal. Por ello, animo a todas las personas que sufren de este mal llamado soledad, a reflexionar si podrían atender adecuadamente a un animal y al mismo tiempo sentirse queridos y acompañados por alguien tan especial.

Dentro de los aspectos positivos que pueden aportar los animales a una persona que se encuentra sola, cabe destacar la ampliación del tiempo de ocio, el amor incondicional y sobre todo la sensación de llenar el vacío que tiene una casa cuando no hay nadie más. Pero lo más importante a nivel psicológico sería el aporte emocional, ya que el apego y el apoyo que proporcionan los animales es tremendamente valioso, y mucho más para estas personas que sufren de soledad. Una persona mayor por ejemplo, que adopta a un animal acorde a sus circunstancias, se sentirá querida y acompañada en todo momento y al mismo tiempo útil, al cuidar y ayudar de una forma tan bonita y bidireccional.