Cámaras contra el envenenamiento. Uno de los malos tratos más habituales en los gatos que viven en la calle es el que sufren cuando alguien decide ponerles veneno. Cada vez que esto ocurre, son muchos los animales que pierden sus vidas. Es cierto que se suelen denunciar pero, rara vez, se llega a descubrir a los culpables. Cometer un delito de este tipo es una aberración porque, por un lado, los animales mueren entre sufrimientos espantosos y, por otro, cualquier niño pequeño jugando podría también ingerirlo, lo que conllevaría un riesgo para su propia vida. Por ese motivo, deberían organizarse colonias que pudieran estar reguladas y, sobre todo, vigiladas. Hoy en día, los ayuntamientos tienen cámaras por toda la ciudad ¿Por qué no colocarlas para proteger a esos animales y descubrir a los culpables?