Creo que hay pocas cosas tan bonitas como la maternidad y muy pocas también que el ser humano corrompa de una manera tan cruel como hace en el caso de los animales.

Sus cuerpos son explotados de manera reiterada generando una forma muy grave de maltrato, ya que contempla la parte física pero sobre todo la psicológica y la emocional. Lo que debería ser una maravilla de la naturaleza como es el hecho de traer vida al mundo, se convierte en un acto horrible y deplorable con consecuencias devastadoras para quienes lo sufren en silencio. Por eso, este artículo se lo dedico a madres como la de la foto. Animales que por su condición de ser hembras sufren aún más, rescatadas de las condiciones más terribles que alguien puede llegar a imaginar. Cuerpos violados, almas destruidas, corazones arrancados y profundas heridas, causadas por la peor enfermedad que existe: la desigualdad. En el ámbito de los animales también encontramos diferencias de género, que se ven agravadas cuando hablamos de maternidad. He visto y oído a gatas llorar y gritar llamando a sus hijos en la calle, porque se los habían quitado. He sentido la mirada de una perra perderse en el vacío quebrada por la muerte de sus cachorros... He reconocido a un ser vacío, o mejor dicho «vaciado» de emociones, tras pasarse toda su vida pariendo y sufriendo el duelo de arrebatarle a sus hijos después, sin descanso. Si la vida de los animales en muchísimas ocasiones ya es extremadamente dura, en el caso de las que son madres sobrepasan los límites de lo imaginable, de lo que un cuerpo y un alma pueden soportar. Este tipo de madres de las que hablo son las que tienen que ver con los criaderos de los animales que compras o las de las granjas de los que te comes. Son las madres de los hijos que llevas en forma de abrigo o zapato, o esas que te molestan cuando pasas por tu jardín al entrar en tu preciosa casa. Son madres de cazadores que terminarán colgadas de un árbol cuando su vientre ya no pueda más.

Por eso, imagínate si eres madre, en lo que se podía haber convertido si fueses un animal… y no permitas que otras hembras lo sufran jamás.