La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) pretende velar por la supervivencia de los especímenes de plantas y fauna silvestre. Para ello se establecen una serie de normas o límites a dicho comercio internacional de especies según el peligro o amenaza que éste represente para su supervivencia. Los estados adheridos a la Convención son conocidos como Partes y deben respetar las decisiones que se adopten.

Ante la amenaza en la que se encuentra el elefante africano, se ha promovido por entidades internacionales de protección animal la prohibición del comercio de elefantes africanos capturados en libertad con destino a zoológicos y circos de otros continentes. La propuesta de prohibición se funda no sólo en la amenaza para la especie sino en la crueldad de su captura, el sufrimiento de estos animales durante el transporte (llegando a sufrir la muerte en algunos casos) así como su destino final, una vida en cautividad. La gravedad de la situación que pretende cambiar es que se trata de animales nacidos en libertad que son capturados para luego ser vendidos a zoológicos de todo el mundo. La propuesta de prohibición de comercio o exportación de elefantes ha venido respaldada por trabajos científicos y jurídicos.

Finalmente, la conferencia de las partes ha aprobado la prohibición (con una enmienda de la Unión Europea), lo que viene a significar que futuras generaciones de elefantes africanos podrán seguir viviendo en libertad en el continente africano. No obstante, ello no significa que no quede mucho trabajo por hacer, pero se trata de una gran victoria.